Más allá de los modernos locales comerciales y espacios de ocio que jalonan la calle Fuencarral, los vecinos de la zona tienen que hacer frente a continuos atascos, ruidos, estrechas aceras que dificultan la movilidad, escasas plazas de aparcamiento… Por ello, los vecinos y comerciantes de la calle coinciden en pedir la peatonalización de la calle, convirtiendo la zona en Área de Prioridad Residencial (APR), siguiendo el ejemplo de los barrios de Las Cortes, Las Letras y Embajadores. Isabel Rodríguez, presidenta de ACIBU, sabe que no es fácil. Por un lado, por los cortes de tráfico provocados por las obras que el ministerio de Fomento está llevando a cabo en la Puerta del Sol. Por otro, porque Fuencarral es una de las pocas vías que, además de San Bernardo, une la Gran Vía con los bulevares de Alberto Aguilera, Sagasta, Carranza y Génova.
La declaración de la zona como APR supondría que en esta área únicamente podrían entrar los vehículos de la población residente, más los transportes públicos, las emergencias, los servicios públicos, carga y descarga y casos previamente acotados (acceso a hoteles, a aparcamientos privados…). Asimismo y, en consonancia con las Propuestas estratégicas para la revitalización del centro histórico que la FRAVM entregó al Ayuntamiento recogiendo las sugerencias y aportaciones de las asociaciones de vecinos de los distritos de Centro, Retiro, Chamberí, Arganzuela y Salamanca, en paralelo al cierre al tráfico, se habrían de elaborar y ejecutar planes de mejora de la calidad ambiental, concebidos como conjuntos de actuaciones orientadas a la mejora de la escena urbana, supresión de aparcamiento en superficie y la obtención de espacios para zonas estanciales y para zonas verdes y, en algunos supuestos, para la creación de nuevos equipamientos e instalaciones deportivas elementales.