Ocho años después de la extensión de los parquímetros a los barrios periféricos y residenciales de Madrid, los vecinos y comerciantes afectados no claudican en su intento por lograr que el Ayuntamiento dé marcha atrás. Alegan que ‘solo benefician a las empresas concesionarias’ y que ‘causan graves perjuicios a los residentes, que se ven obligados a abonar una tasa sin recibir a cambio un nuevo servicio o prestación que no tuvieran con anterioridad’; a los ‘trabajadores del pequeño comercio y de oficinas en estos barrios’ y a los pequeños comercios, que ven menguar sus ingresos ‘por el abandono de clientes que antes accedían a su establecimiento en vehículo y que ahora deciden acudir a las grandes superficies, donde el estacionamiento es gratuito’.
Con esta medida, además, el Ayuntamiento de Madrid ‘gasta mucho más de lo que ingresa en estas zonas, como se desprende de los datos de recaudación y gasto de estos años, por la prestación de un servicio que lejos de beneficiar a la comunidad perjudica a los afectados’.
Por todo ello y, con motivo de la modificación de la Ordenanza de Movilidad, registraron más de mil alegaciones solicitando que se excluya de la zona SER a los cascos históricos de Carabanchel Alto, Carabanchel Bajo, Fuencarral y Hortaleza, de los barrios del Pilar y La Paz del distrito Fuencarral-El Pardo y de Almenara y Valdeacederas de Tetuán.