Organizaciones vecinales, ecologistas y de consumidores piden una reunión con los tres ministerios implicados en el escándalo Volkswagen

Las 16 entidades de consumidores, de salud pública, científicas, sindicales, ecologistas y vecinales (la FRAVM entre ellas) que conforman la Campaña contra los Malos Humos han enviado una carta a los ministerios de Industria, Medio Ambiente y Sanidad en la que solicitan una reunión con objeto de conocer de primera mano los planes del Gobierno frente al escándalo de los motores trucados de Volkswagen.

Organizaciones vecinales, ecologistas y de consumidores piden una reunión con los tres ministerios implicados en el escándalo Volkswagen
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Los colectivos firmantes de la citada campaña, alarmados por unas manipulaciones que afectan a las emisiones de dióxido de nitrógeno, uno de los contaminantes más comunes en nuestras ciudades, desean trasladar en el encuentro demandas de actuación específicas para cada departamento del Ejecutivo. Solo en España, el trucaje de los motores diésel de la compañía alemana afecta a 683.626 coches. El problema es de tal magnitud que la Audiencia Nacional acaba de admitir a trámite las querellas interpuestas por varias asociaciones de afectados contra el Grupo Volkswagen.

En la misiva enviada a Isabel García, José Manuel Soria y Alfonso Alonso los colectivos sociales recuerdan que según la Agencia Europea de Medio Ambiente “en toda la Unión Europea fallecen de forma prematura cada año nada menos que 450.000 personas a causa de la mala calidad del aire, 27.000 de ellos en España”. Por ello, continúan, “este tipo de manipulaciones para eludir la normativa que pretende paliar este grave problema de salud pública resultan escandalosos, inmorales e intolerables”.

Tal y como se puede leer en la carta, los grupos de la Campaña contra los Malos Humos se dirigen a los citados ministros para “discutir qué mecanismos piensan establecer para que se depuren responsabilidades sobre lo ocurrido, que se investigue a todas las marcas que comercializan vehículos en España y que al menor plazo posible se realicen controles efectivos, por una entidad independiente de las empresas automovilísticas y con participación de la sociedad civil, de las emisiones reales de los automóviles que circulan por nuestras carreteras y calles, de modo que se garantice que cumplen las emisiones que marca la legislación vigente”.

Precisamente ayer los Estados de la UE, a pesar de las resistencias del Gobierno español, aprobaron que las pruebas de emisión se realicen en carretera y no en laboratorio, como sucedía hasta ahora. Pero esta discreta mejora quedó empañada por otro acuerdo que reduce a la baja las pretensiones en materia de emisiones para los vehículos a motor. Hasta ahora, el límite de emisiones de dióxido de nitrógeno estaba establecido en 80 miligramos por kilómetro recorrido. Con la resolución de ayer, el techo se eleva hasta los 168 miligramos, lo que supone un 50% más que en la actualidad, frente al 20% que proponía la Comisión Europea. La delegación española, que se alineó con los países productores, se mostró satisfecha con este resultado, a pesar de que había propuesto una rebaja aún mayor.

En previsión de este hecho, los colectivos sociales ya mostraron en su carta su decepción por el hecho de que España estuviera presionando para rebajar la “ya de por sí escasa ambición de la propuesta de la Comisión Europea”.

Forman parte de la Campaña contra los Malos Humos organizaciones como Amigos de la Tierra, CECU, Ecologistas en Acción, ASGECO, CGT, Greenpeace, Fundación Renovables, OMAL, la FRAVM y la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA).

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