El TSJM no solo no estima en ningún momento sus alegaciones sino que da la razón punto por punto a la asociación demandante. La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid considera de enorme gravedad que el TSJM sancione, dándolo por bueno, que en el proceso haya habido abuso de poder y que las administraciones públicas hayan antepuesto el interés privado al interés general. No menos grave es que en el planeamiento aprobado se obvie el problema de la contaminación acústica y no se haya realizado el preceptivo informe de impacto de género.
Al vender La Peineta, la ciudad se deshizo de un equipamiento deportivo que utilizaban miles de deportistas amateur. Se trata de una enorme pérdida que no se ha compensado como marca la ley. No solo porque se ha monetizado, sino, peor aun, porque el Ayuntamiento se ha pagado a sí mismo la compensación económica por el cambio de bien demanial a patrimonial. El Atlético de Madrid no ha compensado nada.
Por otro lado, la FRAVM denuncia que a fecha de hoy no se ha habilitado la conexión con la M-40, una medida que tenía que haberse puesto en funcionamiento antes de abrir el estadio. El propio delegado de Desarrollo Urbano Sostenible de la actual corporación municipal se comprometió públicamente a no otorgar la licencia de actividad en caso de que no estuviera terminada antes del inicio de los eventos deportivos. Es manifiesto que este compromiso se ha incumplido.
Además, la federación vecinal recuerda que las molestias por ruido, suciedad y movilidad a los vecinos y las vecinas de San Blas-Canillejas continúan sin que se estén tomando medidas para arreglarlo. Todo esto demuestra, una vez más, que la planificación urbanística se hace de espaldas a la gente y de la mano de los grandes intereses económicos. Con los vecinos y las vecinas no se consensúa nada, se queja finalmente la organización.
Trackbacks/Pingbacks