En 1825 un vecino de Carabanchel de Abajo, Ignacio Bringas, abría una casa de baños “con fonda, jardin y huerta abiertos para el recreo y desahogo de las personas” en Carabanchel de Abajo aprovechando un Real permiso que autorizaba la “operación”. La suerte no quiso acompañarle y se vio obligado a cerrar el negocio. En 1833, la reina María Cristina adquirió una finca que, desde entonces, no dejó de crecer incorporando al complejo palacios, invernaderos… En 1858 la propiedad pasó a la casa del Marqués de Salamanca, cuyos herederos vendieron la finca al Estado cuyo uso cedió a numerosas instalaciones benéficas.
En 1997, la finca fue declarada Jardín Histórico en el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid. Con vistas a elaborar un Plan Especial de Protección de Uso y Gestión de este privilegiado espacio natural y arquitectónico, el Ayuntamiento de la capital encargó un estudio a los arquitectos-urbanistas Jesús Gago, José María García Pablos y José Coca con el objetivo de “recobrar el esplendor de la finca paisajista para, convenientemente recalificada, devolverla a Madrid”. El plan, sin embargo, duerme el sueño de los justos.
La Asamblea Popular de Carabanchel, aprovechando que el artículo 5 de la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid (Ley 10/1998, de 9 de julio) habilita a cualquier persona física o jurídica a realizar acciones públicas de salvaguarda en defensa del patrimonio histórico de la Comunidad de Madrid, ha iniciado una campaña para poner en conocimiento de la Consejería de Educación y del Ayuntamiento de la capital la situación de deterioro en la que se encuentra la Finca de Vista Alegre.
La asamblea confía en que “aún es posible redefinir sus espacios y ponerlos en valor mediante su interrelación con el barrio circundante”, por lo que reclama al Gobierno regional y al Ayuntamiento de Madrid que abran “calados, óculos y puertas en la cerca perimetral para permeabilizar su acceso y mostrar al público, siquiera visualmente, su proximidad al barrio” y, en una segunda fase, ‘dotar de equipamientos culturales y promocionar las zonas verdes en el barrio”.
Para ello han organizado una jornada festivas de “puertas abiertas” que tendrá lugar el próximo domingo 9 de octubre. Será sólo el principio de una campaña en la que, además, recogerán firmas firmas para exigir la conversión de la finca en Bien de Interés Cultural; organizarán conferencias sobre la historia de este espacio e intentarán frenar la cesión, por parte del Gobierno regional, de una parte de la finca a una universidad privada estadounidense (New York University).