Las vecinas y vecinos de Carabanchel no se dan por vencidos en su batalla por conseguir que el hospital militar Gómez Ulla, en la actualidad manifiestamente infrautilizado, pase a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid para prestar servicio a los habitantes de los distritos de Latina y Carabanchel. Y lo volvieron a demostrar en la tarde del 28 de octubre saliendo a la calle para gritarlo alto y claro.
Y es que la “diáspora” de pacientes provocada por las obras de reforma del hospital Clínico ha colmado definitivamente la paciencia de todos ellos. Miles de pacientes de este centro deberán, durante al menos un año, acudir a otros 7 centros situados en diferentes puntos de la región (el Gregorio Marañón, Niño Jesús, Rodríguez Lafora, Carlos III, La Paz, Santa Cristina y la Cruz Roja), muchos de ellos situados a varios kilómetros de distancia de su lugar de residencia.
“Esta solución constituye un flagrante atentado contra lo establecido en la Ley General de Sanidad. ¿Cómo puede ser que obliguen a gente mayor con problemas de movilidad a cruzar la ciudad para visitar a su médico cuando tenemos en la puerta de casa el Gómez Ulla?” -denuncia Lourdes Hernández, portavoz de la Coordinadora de Asociaciones de Carabanchel-.
La Coordinadora recuerda que el hospital militar Gómez Ulla, considerado en los años 80 el segundo de Europa, está prácticamente abandonado. “Hoy día casi todas sus plantas están cerradas desde las 16 a la 22h. En el resto, -añade Hernández- apenas se utilizan 350 camas mientras los vecinos y vecinas de los distritos más cercanos incrementamos las listas de espera y masificamos hospitales como el Clínico, que se encuentra más alejado de nuestras viviendas y, cierra ahora, para colmo, todo el ala norte para ejecutar unas obras que terminarán justo antes de las elecciones de 2011, a tiempo para que se nos olvide lo que estamos pasando”.
A juicio de las entidades vecinales de Carabanchel, “nuestro distrito está sufriendo el abandono de las políticas sanitarias públicas de la Comunidad de Madrid: sólo interesa construir nuevos hospitales para entregarlos a empresas privadas que buscan un beneficio económico a costa de los hospitales públicos, olvidando que existe una red pública de hospitales, no invirtiendo en ellos y cambiando el personal a los nuevos centros con cargo a los presupuestos de los hospitales públicos”.
Las asociaciones recuerdan que, amén del uso del Gómez Ulla, reclaman la construcción de cuatro centros de salud, necesarios para atender a una población de más de 100.000 personas en Comillas, Abrantes, el paseo 15 de Mayo y en el PAU de Carabanchel. “Exigimos nuestro derecho a un centro de salud en condiciones, pero el Gobierno de la Comunidad de Madrid calla y no dice cuándo los va a incluir en sus presupuestos para que estos se construyan `en menos de 6 meses’, como nos contó el señor Lamela cuando era consejero de Sanidad”.