Tras varias manifestaciones, recogidas de firmas y movilizaciones, las vecinas y vecinos del barrio de Opañel (Carabanchel) lograron frenar la construcción del cementerio proyectado por la parroquia Santa Catalina Labouré, del Camino Neocatecumenal (institución católica más conocida como los Kikos), en una parcela situada junto al edificio parroquial, obtenida por el Arzobispado tras una permuta con el Ayuntamiento de Madrid.
En mayo la parroquia comunicó que el proyecto de la cripta caía y que, por tanto, ya no habría nichos, pero sí una capilla, almacenes y un aparcamiento. A pesar de las insistentes peticiones de de la a Plataforma Vecinal Opañel Contra el Cementerio, la iglesia nunca ha hecho públiconingún documento escrito en el que renuncie a la construcción del complejo funerario. De hecho, según responsables del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid la cripta continúa figurando en el proyecto.
La plataforma, que ha registrado en el Ayuntamiento más de 6.300 firmas y numerosas alegaciones al proyecto, exige al Consistorio que recupere la parcela permutada para destinarla a equipamientos públicos. Responsables municipales hicieron llegar la petición al Arzobispado, que se ha comprometido a estudiar la petición.
Entre tanto, la plataforma redactará las oportunas alegaciones para que la revisión del Plan General de Ordenación Urbana que está llevando a cabo el Ayuntamiento de la capital califique la parcela como pública de uso dotacional.
“Consideramos que la iglesia tiene suficiente espacio para el culto y el distrito de Carabanchel necesita más suelo para equipamientos públicos, no un complejo funerario”, insisten.
El próximo domingo 21 de septiembre a las 12h volverán a concentrarse en la puerta de la iglesia.