500 alumnos de Fuencarral se quedan sin lugar donde realizar los talleres en los que están inscritos

Cerca de 500 alumnos del barrio de Begoña, en Fuencarral, inscritos en los talleres que forman parte del Plan de Barrio concertado entre el Ayuntamiento de la capital y el movimiento vecinal se han quedado sin espacio después de que la Comunidad de Madrid decidiera, sin previo aviso, hacer uso de las aulas donde se iban a impartir los cursos en el colegio público Enrique Granados. El centro fue cedido a dos entidades que apenas hacen uso de sus instalaciones. 

500 alumnos de Fuencarral se quedan sin lugar donde realizar los talleres en los que están inscritos
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El barrio de Begoña, situado en el madrileño barrio de Fuencarral, acumula graves déficits de infraestructuras y equipamientos. Sus calles están jalonadas de locales clausurados por la crisis económica, de espacios interbloques desatendidos y barreras arquitectónicas. Faltan instalaciones culturales, sanitarias, deportivas y comerciales…, lo que obliga a sus vecinas y vecinos a salir del barrio casi para cualquier cosa. El pasado año el Ayuntamiento de Madrid reconoció la necesidad de intervenir para mejorar la calidad de vida en el barrio y aprobó, tras un proceso de consulta y concertación con la asociación vecianl Barrio Virgen de Begoña y la FRAVM el Plan de barrio 2013-2016.

En el marco del Plan Especial de Inversiones se concertó la impartición de varios talleres en el que hay inscritas cerca de 500 personas, entre ellos niños y mayores.

El pasado mes de septiembre, el Ayuntamiento de Madrid comunicó a la asociación vecinal Virgen de Begoña que la Comunidad de Madrid iba a hacer uso del colegio público Enrique Granados, donde se iban a impartir los talleres. La única respuesta del Ayuntamiento a las denuncias presentadas por la entidad y por la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) es que el Consistorio no tiene competencias en Educación, y por tanto, en el uso asignado a los centros escolares y que lleven a cabo los talleres “en la calle” mientras haga buen tiempo.

La consejera de Educación, Lucía Figar, “no se ha dignado a contestar una carta que le remitimos el 15 de septiembre”, señala Pilar Martínez, de la asociación vecinal. Entre tanto,”no más de 7 personas hacen uso del colegio” y, “lo más ingrato, el espacio que hasta ahora utilizaban los niños y niñas para hacer deporte y actividades ambientales se está utilizando como aparcamiento”.

El uso del colegio fue cedido a dos entidades, Cisen y Vitac.

Por todo ello, la asociación ha convocado una concentración el próximo martes 22 de octubre a las 18h para exigir una solución tanto al Gobierno regional como al Consistorio de la capital.

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