Desde hace meses, las asociaciones vecinales han manifestado en numerosas ocasiones su rechazo a las modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) para permitir el cambio de uso cultural a comercial o residencial de los cines y teatros históricos de Madrid. A pesar de ello, no han podido evitar el cierre de diecisiete cines en los últimos años, en su mayoría ubicados en el centro de Madrid, pero también en los distritos de Carabanchel, Vallecas, Salamanca…
Ayer representantes de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre, la Plataforma de Ayuda al Teatro Albéniz, los colectivos Salvemos los Cines y Teatros de Madrid, Salvar la Institución Libre de Enseñanza, la Asociación de amigos del Palacio de Boadilla del Monte y la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (ACIBU) se dieron cita frente al Ministerio de Cultura en un nuevo intento de concienciar a las administraciones públicas de su ineludible obligación de salvar y proteger nuestro patrimonio histórico-cultural.Los convocantes denuncian que “desde hace tiempo, el Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid han demostrado un profundo desdén hacia nuestras legítimas reclamaciones y desprecio hacia la voluntad de gran parte de nuestros intelectuales, artistas y ciudadanos que las apoyan. Con esta concentración, que repetiremos periódicamente frente a las sedes de las otras administraciones aludidas, pretendemos no sólo que se dignen en escucharnos seriamente, sino que pongan todos los medios a su alcance para evitar actuaciones irreversibles y lamentables para nuestra historia y para las generaciones futuras”.Carlos Osorio, de la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (ACIBU) recuerda que “las asociaciones vecinales creemos en la importancia de la cultura. Queremos que Madrid sea un referente cultural en Europa. Pedimos al Ayuntamiento que mantenga el uso cultural de los cines y teatros históricos y a la Comunidad de Madrid y al ministerio de Cultura que dejen de mirar hacia otro lado y se impliquen en su conservación. No queremos que el centro histórico pierda sus cines, teatros, colegios, comercios tradicionales… como está sucediendo. Pedimos que las salas de cine no históricas que cesen en su actividad cinematográfica pasen a ser espacios para el teatro, las artes escénicas y la música, para que el centro de Madrid sea un centro cultural, no un centro comercial. No podemos dejar, además, de denunciar la especulación inmobiliaria como principal causa de estos cierres”.