La constructora Pavasal sigue trabajando a buen ritmo en la parcela ubicada en el número 104 de la calle Eduardo Barreiros que antes ocupaba la empresa Renault. Ya ha levantado trece naves destinadas a la plataforma logística más grande de la capital, PALM-40, un centro de distribución de paquetería de última milla que en unos meses, si nadie lo impide, se pondrá en marcha en pleno corazón de Villaverde. Pero a pesar del enorme impacto que va a generar en la zona, el Ayuntamiento no ha elaborado aún un plan de movilidad ni aprobado el Plan Especial de Control Urbanístico Ambiental de Usos que estableció el pleno municipal del 27 de marzo del año pasado. Por eso, con el fin de frenar el proyecto, la Plataforma Vecinal Usera-Villaverde y la FRAVM convocan una nueva protesta para este sábado, 29 de febrero. Será la séptima vez que lo hagan en el último año.
Los colectivos vecinales han convocado una marcha que partirá a las 12:00 del Parque Ciudad de los Ángeles y finalizará en el Mercado de Villaverde Alto. Una vez más, solicitarán el traslado de la planta a una zona no residencial, donde generen menos molestias los más de 2.000 movimientos diarios de los camiones y furgonetas que se producirán cuando entre en funcionamiento, según previsiones de la empresa promotora. “No estamos en contra de la creación de empleo, y menos en nuestra zona, que ha sido muy castigada por la crisis, pero nos preocupa mucho el aumento del tráfico, y por tanto de ruidos y contaminación que va a generar la actividad de la plataforma”, aclara Javier Cuenca, presidente de la Asociación Vecinal La Incolora de Villaverde Alto y portavoz de la plataforma convocante de la marcha.
Los 152.172 metros cuadrados de la parcela sobre los que se está construyendo PALM-40 están rodeados de viviendas y de una malla urbana de calles estrechas, un entorno propicio para que aumenten los atascos y empeore la seguridad vial. Las rutas de entrada y salida de la planta, que carece de un enlace directo con la M-40, atraviesan varios centros educativos y residencias y causará importantes molestias en los barrios de San Luciano, Ciudad de los Ángeles, Euskalduna, San Nicolás, Arechavaleta, Cruce, Nueva Esperanza, Litos, Villaverde Alto, Orcasur, Meseta y Poblado Dirigido de Orcasitas, San Fermín, El Espinillo y Villaverde Bajo.
La construcción de esta infraestructura en Villaverde no hará sino aumentar el desequilibrio territorial de la ciudad, que desde hace décadas se organiza ubicando en el Sur y el Este las instalaciones más contaminantes y molestas, para desgracia de sus vecindarios. “Con la plataforma logística nos seguiremos alejando de otros distritos de Madrid en materia de salud, seguridad, movilidad y urbanismo, y los vecinos y vecinas de las viviendas cercanas verán como estas se devalúan, es necesario frenar esta situación, está en juego el presente y el futuro de nuestros barrios”, indica Cuenca.