Unas 300 personas reclaman medidas para que la nueva planta logística de Villaverde no colapse la zona

Unas 300 vecinas y vecinos de Villaverde y Usera se concentraron ayer por la tarde ante la parcela en la que se está construyendo el Parque Logístico Madrid M-40 (PALM40) para exigir que se tomen medidas de movilidad y seguridad y evitar que la actividad de la planta colapse la zona. Lo hicieron ante el número 104 de la calle Eduardo Barreiros, una vía de comunicación que ya sufre a diario el trasiego de camiones pesados de las obras de la nueva infraestructura.

Unas 300 personas reclaman medidas para que la nueva planta logística de Villaverde no colapse la zona
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En la protesta, que fue organizada por las asociaciones vecinales de los dos distritos sureños y la FRAVM, pudo verse a personas del barrio donde se ubica la parcela, Ciudad de los Ángeles, pero también de otros barrios de Usera y Villaverde, como Villaverde Bajo, Villaverde Alto, San Cristóbal de los Ángeles, Orcasur, Orcasitas, San Fermín o Almendrales. En nombre de la FRAVM tomó parte su responsable de Urbanismo y Vivienda, Vicente Pérez Quintana, que ha estado asesorando a las entidades barriales de estas zonas sobre el posible impacto de la planta logística. Después de la acción de ayer y de que los plenos de las juntas de distrito de Usera y Villaverde aprobaran, con la unanimidad de todos los grupos políticos, la elaboración de un Plan Especial para el proyecto de construcción del parque logístico, Pérez Quintana y otros representantes vecinales mantendrán el próximo 21 de marzo una reunión con el delegado del área de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, para tratar de avanzar en esta dirección.

Recordemos que desde hace casi un año, la vecindad de Orcasur y otros barrios próximos a la enorme parcela que se encuentra situada a la altura del número 104 de la calle Eduardo Barreiros, asiste a diario al tránsito de camiones de gran tonelaje por sus calles. Este movimiento es fruto de los trabajos de construcción de la nueva infraestructura logística, que con el nombre de PALM40 pretende ser la mayor de la capital. En estos momentos, la constructora valenciana Pavasal levanta más de 90.000 m² de planta destinados al almacenamiento y distribución de última milla, es decir, a la última fase del proceso de entrega de los productos. Un espacio idóneo para gigantes como Amazon o Media Mark, que desde su apertura contarán con un nodo a solo 8 kilómetros de la Puerta del Sol y a 19 kilómetros del aeropuerto de Barajas. Se estima que la primera fase del proyecto, propiedad de la multinacional estadounidense Invesco, estará finalizada en el tercer trimestre de este año.

En abril del año pasado, sin que nadie avisara a la vecindad afectada, las excavadoras llegaron a la gran parcela de Ciudad de los Ángeles que antes ocupaba Renault y empezaron los movimientos de tierra, y con ellos el trasiego de camiones pesados por la calle Eduardo Barreiros y las estrechas vías de su barrio. Con dos únicos carriles, uno en cada sentido, la Eduardo Barreiros padece atascos diarios, algo que, si no se construyen las conexiones adecuadas, empeorará sin duda cuando PALM40 comience a funcionar. Esa, junto al incremento de la contaminación acústica y atmosférica, es la consecuencia que más inquieta al vecindario. A pesar de hallarse pegada a la M-40, la parcela carece de un enlace directo con ella, de tal forma que los vehículos, para alcanzar la autovía de circunvalación, deben circular por calles residenciales estrechas. Más de 30.000 personas se verán afectadas de manera directa por la actividad del parque logístico, que a buen seguro funcionará 24 horas al día.

Ante la falta de información por los trabajos y el molesto tránsito de camiones de gran tonelaje, asociaciones vecinales de los dos distritos que une la calle Eduardo Barreiros, Usera y Villaverde, y que más sufrirán los afectos de la nueva planta logística, a través de la FRAVM, trasladaron sus dudas al Ayuntamiento de Madrid. Y entonces, se toparon con la sorpresa de que el proyecto no solo carece de plan de movilidad, sino que la obra se está desarrollando sin la licencia adecuada. A día de hoy, y según datos del Consistorio, para los trabajos la empresa constructora solo cuenta con una Declaración Responsable.

En los plenos del pasado mes de enero de las juntas de Usera y Villaverde, el PSOE solicitó una reunión entre el Ayuntamiento y las entidades y vecinos y vecinas afectados, así como una visita de control a las obras. Un mes después, la Asociación Vecinal de Orcasur instó en el pleno de Usera a prohibir el tránsito de camiones pesados por la calle Eduardo Barreiros. Ante la falta de avances, la misma entidad intervino en el pleno de marzo, que tuvo lugar la semana pasada, para exigir al Ayuntamiento que redacte un Plan Especial de Control Urbanístico-Ambiental, algo que semanas antes había solicitado el PSOE en la Comisión de Desarrollo Urbano Sostenible. La Asociación Vecinal La Incolora, en nombre de la Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Villaverde, realizó la misma petición en el pleno de Villaverde de este mes.

“Somos una de las zonas de Madrid más afectadas por el desempleo, y es importante que aquí se generen focos de empleo, pero con cabeza, no todo vale, siempre hay que tener en cuenta el bienestar de la vecindad”, sostuvo ayer Javier Cuenca, de la Asociación Vecinal La Incolora y portavoz de la Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Villaverde, resumiendo el parecer del movimiento vecinal.

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