Hace casi un año, a finales de noviembre de 2022, el Centro de Salud de Prosperidad tuvo que cerrar como consecuencia de la inundación provocada por la rotura de una tubería. El equipamiento, ubicado en la calle Canillas, se hallaba en condiciones tan malas que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid optó por no renovar el contrato con la propiedad del inmueble y trasladarlo a otro local del barrio, en la calle Ramos Carrión. Se calcula que el nuevo centro no abrirá sus puertas hasta dentro de nueve o doce meses.
Desde la clausura del establecimiento sanitario sus usuarias y usuarios son atendidos en el Centro de Salud Baviera, que se halla en la calle del Pintor Moreno Carbonero 21, a 850 metros del primero. Y desde entonces la Asociación Vecinal Valle-Inclán reclama la puesta en marcha de un autobús lanzadera que una ambos lugares.
No lo hace por gusto. “El camino que hay entre nuestro antiguo centro de salud y el de Baviera es solitario y con pendientes, por lo que a las personas mayores y con movilidad reducida les resulta imposible ir caminando”, subraya la entidad vecinal, que ha impulsado varias manifestaciones y recogido cientos de firmas con la demanda, que fueron entregadas a finales del año pasado. “No podemos seguir así otro año más, esperando a que la Consejería abra el nuevo centro de salud, cuyas obras llevan mucho retraso”, apostilla la asociación.
Lamentablemente, el Gobierno regional ha ignorado hasta la fecha la reclamación vecinal, y ni siquiera ha sido capaz de dar respuesta a las firmas registradas. Por ello, varios miembros de la Asociación Vecinal Valle-Inclán han acudido esta mañana a la sede del Consorcio acompañados por varios vecinos y usuarios del centro de salud cerrado.