“No a la tasa, Gallardón vete a casa” o “Gallardón dimisión” fueron algunos de los lemas que representantes de las organizaciones convocantes a la concentración y los miles de asistentes que la secundaron corearon en la Puerta del Sol al tiempo que lanzaban bolsas de basura llenas de papeles de un lado a otro de la plaza a modo de pelotas hinchables y agitaban decenas de pancartas que mostraban lemas tales como “San Ruin Gallardón, por su Obra, buen ladrón”, “Nueva tasa municipal, ni ecológica ni social”, “Gestión sostenible de las basuras, atracos no”. Todas ellas pusieron de manifiesto la tajante oposición de la ciudadanía al cobro de la tasa de la basura de Madrid, una tasa que como subrayó el responsable de Medio Ambiente de la FRAVM, Francisco Caño durante la lectura del comunicado de la concentración, “el Gobierno municipal ha reconocido que (…) servirá para hacer frente a la crisis de ingresos que sufre el Ayuntamiento de Madrid”, una crisis que “nuevamente quieren cargar sobre nuestros hombros”, añadió.
A juicio de la Federación vecinal y del resto de organizaciones que apoyaban la concentración -grupos municipales de PSOE e IU, el Foro Social de Madrid, UGT-Madrid, CCOO Madrid, Ecologistas en Acción, la Confederación General de las Pequeñas y Medianas Empresas del Estado Español (Copyme), la Confederación de Consumidores y Usuarios de Madrid (CECU), la Unión de Consumidores de España (UCE), Ecologistas en Acción y la Unión de Cooperativas de Consumidores y Usuarios de Madrid (Uncuma)- la deuda acumulada por el equipo de Gallardón es consecuencia de “una política de despilfarro que arroja lo que es de todos al pozo sin fondo de proyectos megalómanos concebidos más para el autobombo y la propaganda que para hacer frente a las necesidades de la ciudadanía. Proyectos que, dicho sea de paso -apuntaron- han llevado también buena parte de esos dineros comunes a los bolsillos de un puñado empresas”. La tasa de la basura, concluyeron, “no es una tasa para pagar un servicio. Es -insistieron- una medida recaudatoria injusta para tapar sus agujeros que nada que ver con la defensa del medio ambiente y con la mejora de un servicio”.
Tras la lectura del comunicado el presidente de la FRAVM, Nacho Murgui, agradeció su asistencia a las personas congregadas y les animó a seguir recogiendo firmas y reclamaciones contra la tasa hasta conseguir su definitiva retirada. Recordó, asimismo que las asociaciones vecinales denunciarán la imposición de la tasa en los plenos de las 21 juntas municipales.