Centenares de personas se dieron cita el pasado sábado 8 de octubre frente a la sede del Canal de Isabel II, en la calle Santa Engracia, en respuesta a la convocatoria lanzada por la Plataforma contra la Privatización del canal y cuarenta asambleas populares del Movimiento 15-M. De allí partió una manifestación que recorrió las calles del centro de la capital para denunciar la operación mediante la cual el Gobierno de Esperanza Aguirre pretende convertir en un negocio el servicio del ciclo integral del agua que, en palabras de los convocantes “se ha venido prestando con eficiencia desde hace 160 años por una empresa pública que genera importantes beneficios y cuenta con un alto grado de aceptación de los ciudadanos madrileños’.
En el transcurso de la marcha, que en todo momento se desarrolló en un ambiente festivo, los convocantes recordaron que las necesidades de financiación aducidas por el Ejecutivo autonómico para privatizar el 49% de la empresa pública ‘han sido desmentidas por la Confederación Hidrográfica del Tajo y diversas entidades sociales y expertos’.
Al término de la manifestación, en el punto donde hace 160 años brotó por primera vez el agua del Canal, las miles de personas congregadas se sumieron en un respetuoso silencio para escuchar al economista José Manuel Naredo, que denunció que la privatización “permite anteponer el lucro de unos pocos accionistas a un derecho humano fundamental” y subrayó el hecho de que el proceso de privatización promovido por el Gobierno regional ha adolectido de “un enorme déficit democrático y falta de transparencia” toda vez que la ciudadanía, a diferencia de países como Italia, que acaba de rechazar la privatización en un referéndum, ‘no va a poder participar de ninguna forma en una decisión tan importante para su vida”.
Naredo animó a los presentes a “redoblar la lucha contra la privatización del agua” recabando firmas y movilizando a la ciudadanía para continuar reclamando ‘nuestro derecho a mantener la empresa pública Canal de Isabel II’.