Padres y madres de alumnos, los responsables del centro y los vecinos más próximos consideran irresponsable la construcción de esta gasolinera. A la peligrosidad implícita del almacenamiento de hidrocarburos se suman los riesgos para la salud de los gases que emanan los depósitos, relacionados por diversos estudios con incrementos en la incidencia de cánceres infantiles. La gasolinera implicaría también un aumento en las emisiones contaminantes atmosféricas y acústicas.
Paradójicamente, el surtidor se enmarca en un plan de alejamiento de las gasolineras del casco urbano, anunciado en agosto de 2005, para distanciar las emisiones contaminantes y los riesgos de las zonas pobladas. Pero padres y vecinos se sienten indignados ante la contradicción que implica que la nueva gasolinera se coloque adosada a un centro educativo con 900 alumnos.
Además, la gasolinera se encuentra alineada con la pista de aterrizaje del Aeropuerto de Cuatro Vientos, y a sólo 800 metros de la cabecera de una pista donde se producen unos 70.000 movimientos anuales.
Los afectados han requerido explicaciones al Ayuntamiento de Madrid, que asegura que la parcela dispone de todos los permisos. Sin embargo, según han verificado algunos afectados, las obras carecen de la Declaración de Impacto Ambiental pertinente, por lo que reclaman la paralización inmediata de las mismas.
Padres, madres y vecinos consideran que en los alrededores ya existen numerosas gasolineras (hay al menos una decena de estaciones de servicio a menos de 2 km a la redonda) y a sólo 600 metros se encuentra una estación de servicio de la misma compañía. En todo caso, reclaman al Ayuntamiento de Madrid, titular de la parcela y responsable de la concesión, que busque otra ubicación más adecuada para la instalación.
Padres, madres y vecinos han creado la “Plataforma Paralicemos la Gasolinera”, desde la que organizarán las protestas y movilizaciones. Cuentan con el apoyo del centro educativo (colegio Ábaco) y de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto. Los afectados han iniciado ya una campaña de recogida de firmas contra la gasolinera y van a realizar todas las movilizaciones que sean necesarias para detener este proyecto. Tampoco descartan acciones legales, en función de las irregularidades que puedan hallarse en la concesión, y que en este momento están analizando.
Hace aproximadamente dos años se produjo una situación similar en Montecarmelo, y las protestas vecinales obligaron al Ayuntamiento a cambiar de ubicación una gasolinera. Los afectados de Carabanchel confían en que el Ayuntamiento recapacite y también pare este nuevo proyecto.