En este mismo acto se constituyó el colectivo Salvemos Nuestros Parques-Madrid para trabajar unidos en contra de este tipo de actuaciones del Ayuntamiento.
Este año 2023 se cumplen cuarenta años de la inauguración del Parque de las Cruces, ubicado entre los distritos Latina y Carabanchel, que fue inaugurado por Enrique Tierno Galván después de una importante y prolongada lucha vecinal para conseguir transformar estos terrenos en un espacio verde.
Coincidiendo con este aniversario, el colectivo Mesa del Árbol de Carabanchel convocó una concentración con el fin de denunciar lo que está sucediendo actualmente en este espacio verde, donde, desde hace unos meses, el Ayuntamiento de Madrid está cubriendo buena parte del parque con zahorra prensada, al igual que está haciendo en otros parques, como el de Aluche (Latina) o El Calero (Ciudad Lineal), provocando la protesta reiterada de los movimientos vecinales de esas zonas.
La reforma que se realiza en Las Cruces consiste, principalmente, en cambiar las avenidas -que antes eran de tierra- por grandes parterres rodeados de zahorra prensada y una capa de cemento con cal blanca hidratada; algo que, en el proyecto del ayuntamiento, se describe como “zonas verdes y estanciales más amplias y mejor acondicionadas, con nuevo pavimento y en las que se optimizará la red de drenaje con criterios de sostenibilidad”.
Al acto, acudieron representantes de los vecinos y colectivos que están sufriendo esta reiterada obsesión del alcalde José Luis Martínez-Almeida y del concejal del Área de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante, por cementar los parques públicos con zahorra. Entre los asistentes, figuraron vecinos y vecinas de Plaza del Carmen, La Cornisa, Parque de Aluche, El Calero, Parque de las Cruces, Cuatro Vientos, Parque Atenas, Parque Darwin y Casino de la Reina, Plaza de las Descalzas, Plaza Luca de Tena, Plaza de Peñuelas, Calle Bergantín, La Castellana, calle Jorque Juan y Ponzano, entre otras zonas de la capital.
Durante la concentración, los representantes de los diferentes parques y zonas verdes de Madrid expusieron sus problemáticas, que coinciden en el uso reiterado de la zahorra.
El primero en intervenir fue Enrique, de la Plataforma Salvar El Calero, que informó del sinsentido de la obra que están haciendo en esta zona verde de Ciudad Lineal, sobre todo, con el uso de la zahorra y la cal en los terrizos naturales del parque y con un presupuesto de, nada menos, 1.150.000 €.
En segundo lugar, Joaquín Giménez, de la Plataforma Salvemos La Casa de Campo, explicó que el gran parque de Madrid igualmente está sufriendo el reiterado asfaltado con zahorra en sus caminos hasta ahora naturales.
María Ángeles, de la Plataforma No al cantón, sí al Parque Sinfonía de Cuatro Vientos, en una breve pero ilustrada intervención, relató cómo el Ayuntamiento de Madrid, saltándose la normativa urbanística y cuatro resoluciones aprobadas en juntas distritales y en Cibeles, sigue construyendo un cantón de basuras en un terreno clasificado como “deportivo”, que se usa desde hace años como parque vecinal y a tan solo 100 m de las viviendas.
Carmela Gómez, de la plataforma Vecinas Corniseras del Parque de la Cornisa, en un interesante monólogo, narró el cuento de terror que están sufriendo en sus praderas, donde han talado sin permiso 28 árboles (y pretendían cortar cerca de cien).
Desde Aluche, Inma, gran activista medioambiental que colabora con varias asociaciones vecinales intervino para explicar que, en el Parque de Aluche, están sufriendo, igual que los demás, la pavimentación con zahorra de grandes extensiones .
Para terminar, Máximo Florín, profesor titular de Tecnologías del Medio Ambiente de la UCLM, resolvió todas las dudas del sinsentido de obra que están haciendo en los parques de Madrid.
El problema de la zahorra
Los parques deben ser zonas naturales donde se favorezca la implantación de la flora y la fauna y se elimine todo aquello que contribuya a su deterioro. La propia ONU reconoce como derecho humano fundamental el acceso a un medio limpio, sano y sostenible y también la necesidad de que las ciudades apuesten por una salud sostenible.
La pavimentación de estos espacios verdes con este tipo de materiales provoca una gran liberación de polvo que será inhalado por los usuarios cuando caminen, corran o jueguen por la superficie; un efecto realmente inquietante, sobre todo, si pensamos en los niños que jugarán sobre las zonas cubiertas con zahorra. Si bien estas partículas, en pequeño volumen, no son dañinas, su efecto se multiplica considerablemente cuando son grandes superficies de terreno las que se está cubriendo con estos materiales, como está haciendo el Ayuntamiento de Madrid en nuestros parques madrileños.
Por todo ello, Salvemos Nuestros Parques denunciará y seguirá movilizándose para revertir todas las actuaciones citadas y recuperar nuestros parques.