Dos manifestaciones en un mismo día y en la misma ciudad contra la proliferación de locales de apuestas. El próximo sábado, 22 de febrero, colectivos vecinales de dos distritos de la capital completamente distintos, Retiro y Latina, organizarán marchas por este motivo, lo que da fe de la alarma social que está generando en la población. No en vano, Madrid ostenta el dudoso honor de ser la ciudad con más negocios de este tipo de todo el Estado. Sus 400 locales representan ocho veces más de los existentes actualmente en Barcelona.
Los vecinos y vecinas están hartos de que los salones de juego y las casas de apuestas se multipliquen en nuestros barrios sin que las administraciones adopten medidas de calado, actuaciones que sirvan para frenar de verdad el alarmante crecimiento de ludópatas, de personas enganchadas. En 2019, el número de inscritas en el Registro General de Interdicciones de Acceso al juego (RGIAJ), un listado en el que voluntariamente se apuntan jugadores que desean que se les vete el acceso a estos locales, superó por primera vez las 50.000 personas, según datos preliminares que el Ministerio de Consumo avanzó el pasado lunes. Esto significa más del 15% respecto a 2018, año en el que había inscritas 43.796 personas.
Desconocemos qué porcentaje de este volumen corresponde a la capital, pero por el trasiego de jugadores y jugadoras que acuden a las asociaciones de ayuda a la persona ludópata, estamos seguras de que es alto.
Esto se ve y se palpa a diario en nuestros barrios, especialmente en aquellos donde la concentración de locales es mayor, como es el caso de Puerta del Ángel y, sobre todo, de Aluche, en el distrito de Latina. El primero acumula nueve negocios, mientras el segundo tiene abiertos once, aunque otros dos están a punto de inaugurarse con la preceptiva licencia de apuestas privadas. En total, hay 27 negocios actualmente en Latina con este tipo de licencia, un distrito que se encuentra en el quinto lugar del municipio, solo por detrás de Carabanchel, Puente de Vallecas, Usera, Tetuán y Centro. No obstante, su población tiene muy a mano los 48 locales de apuestas de Carabanchel, su distrito vecino.
Por todo esto, la Coordinadora Vecinal de Latina (COVELA) ha realizado un llamamiento a sus habitantes para manifestarse el próximo sábado a las 11:00 desde la salida de la estación de Metro Alto de Extremadura. Con el lema “¡Fuera locales de apuestas de Latina! ¡Basta ya!” la marcha transcurrirá por el Paseo de Extremadura hasta llegar a su número 1, donde finalizará.
COVELA persigue, como objetivo inmediato, que los citados dos nuevos locales de Aluche, que se encuentran situados en la calle Ocaña, 63 y la calle Quero, 61, no lleguen a abrir sus puertas. El pasado jueves varias decenas de vecinos y vecinas se concentraron a las puertas del primero, ubicado a menos de cien metros del Instituto de Enseñanza Secundaria Iturralde, un centro público al que asisten jóvenes de todo el distrito, y a poco más de cien metros del Centro de Enseñanza de Personas Adultas (CEPA) de Aluche. Lo hicieron tras comprobar, unos días atrás, como unos operarios instalaban en su interior máquinas de apuestas y acondicionaban el espacio.
Para evitar la inauguración del segundo local se han convocado hasta cinco protestas vecinales en los últimos tres meses. La vecindad está muy indignada ante la inminente apertura de uno de estos negocios en un lugar de mucho paso, a tan solo 25 metros del Colegio Público Parque Aluche, a unos 400 metros de otros dos institutos y a menos de 50 metros de un área infantil de juego.
Las asociaciones vecinales de Latina, junto a la FRAVM, demandan a las autoridades que impidan la apertura de estos dos nuevos establecimientos y procedan al cierre de los 61 negocios de apuestas de la capital que en estos momentos se encuentran a menos de cien metros de centros educativos de primaria y secundaria. Es decir, que se aplique el Decreto 42/2019 del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid sin la inaceptable moratoria de diez años que la Comunidad de Madrid ha dado a los locales de apuestas para que cumplan con la obligación de situarse a esta distancia de colegios e institutos. En realidad, las agrupaciones vecinales consideran muy corta esa distancia, que debería ampliarse hasta los 500 metros al menos, pero de entrada reclaman que se cumpla la norma aprobada aunque sin el citado plazo de adaptación. Además, entienden que los CEPA deben formar parte de los centros a los que se aplique esta distancia, dado su elevado volumen de alumnos y alumnas jóvenes.
Por ende, vuelven a exigir medidas de desconcentración de estos negocios y la creación de Zonas de Especial Protección de Población Vulnerable en las que su regulación sea más estricta, siguiendo el modelo de las actuales ZPAE, así como un incremento del personal de los servicios de inspección, ya que su número es hoy ridículo para las dimensiones del problema.
La FRAVM saluda novedades como la obligación de instalar controles de acceso físico a estos negocios, que ha comenzado a aplicarse esta semana con el fin de impedir el ingreso de menores y personas inscritas en el RGIAJ, pero las considera absolutamente insuficientes. Hay que actuar con contundencia y sin demora, tanto ante las apuestas en locales como ante el juego on line, la nueva heroína de siglo XXI, un mensaje que en los próximos días esperamos trasladar de manera presencial al nuevo ministro de Consumo, Alberto Garzón, al que hemos solicitado una reunión.
Imagen: @K103_LUCERO