Ataviadas con pamelas, sombrillas decimonónicas, trajes de gasa, pedrería, monóculos, pareos, faldones, batines, chals, bastones y sombreros de copa, las personas que componían este particular grupo recorrieron el mercadillo y el centro deportivo que sufrirán las consecuencias de la apertura de las estaciones de servicio.
En junio de 2005, el Ayuntamiento de Madrid firmó un convenio con Repsol YPF que contemplaba el desmontaje de doce surtidores de esta compañía en el centro de la capital. Como contrapartida, el Consistorio cedería varias parcelas en barrios periféricos para la instalación de nuevas gasolineras. Dos de ellas, situadas en la carretera de la Estación de Hortaleza y que suman 3.862 metros cuadrados y un total de 965 metros de edificabilidad, fueron cedidas a Repsol el 22 de diciembre de 2006 para instalar un surtidor.
El proyecto ha alimentado una activa campaña de movilización, promovida por la AV La Unión de Hortaleza, bajo el lema “Ni un espacio verde menos”. Las vecinas y vecinos denuncian que “la gasolinera se instalará junto a equipamientos sensibles, como un colegio, un instituto, una piscina pública, varios bloques de viviendas, un polideportivo, un club de fútbol, un parque infantil y el carril bici. Además, el surtidor destruirá parte de un pasillo verde que comienza en el espacio protegido del Pinar del Rey y que atraviesa el parque de Doña Guiomar hasta llegar a la estación de Hortaleza, enlazando allí con el carril bici y obligará a trasladar o a reducir el espacio en el que todos los domingos, desde hace 25 años, se instala un mercadillo al que todas las semanas acuden centenares de personas de todas las edades”.
La asociación vecinal señala que el proyecto carece de justificación alguna ya que “en la actualidad, hay cuatro gasolineras en un radio de 2 kilómetros”. Denuncia, asimismo, que el nuevo surtidor provocará problemas de movilidad “una zona que actualmente ya tiene graves problemas de saturación del tráfico”. “Si finalmente, y en contra de la opinión de los vecinos -añaden- se construyeran las estaciones de servicio, la zona se convertiría en un embudo desde las 8:00 hasta la 10:00 de la mañana y desde las 18:00 hasta las 20:00 de la tarde, horas puntas para la entrada y salida de los vecinos en el barrio”.
La asociación, lamenta que “nuestros barrios siguen sin tener las ventajas del centro (tendencia a la disminución del tráfico, mejora estética y urbana, ampliaciones peatonales..) pero sí las desventajas de la periferia (grandes vías de circulación que separan los barrios, aumentan enormemente la contaminación atmosférica y acústica…)”.
Pide por tanto, la retirada del estudio de detalle y que se deje sin efecto la construcción de la gasolinera de Repsol y la calificación de las parcelas afectadas como zona verde no sólo para conservar “este eje verde, atravesado por parques, zonas infantiles, canchas de fútbol y el polideportivo sino para mejorar la zona que rodea al polideportivo, mimando el pinar que a duras penas sobrevive a los incendios y la falta de cuidado, creando nuevas instalaciones para todos los grupos de edad y construyendo dos pistas longitudinales, una para bicicletas y otra para peatones que atraviesen este pasillo para dar continuidad al carril bici y responder a una práctica cotidiana cada vez mas extendida entre los vecinos, que consiste en hacer deporte caminando.