La construcción de un quiosco con una amplia terraza y la instalación de veladores de los establecimientos que circundan la plaza implica restar metros al viandante en beneficio de intereses privados, una tendencia en aumento en las plazas y otros espacios públicos del distrito Centro.
El rechazo a la implantación de las citadas infraestructuras hosteleras no es incompatible con la defensa de la plantación de arbolado en el lugar, tal y como ya demandó la FRAVM -en vano- ante el plan de reforma ejecutado hace tres años por el equipo de Alberto Ruíz-Gallardón. ¿Por qué ahora la plantación de árboles y la instalación de alcorques no supone un riesgo para las estaciones de Metro y Cercanías que se hallan bajo la plaza y antes si lo era? se pregunta la federación.
Frente a la sobreabundancia de los suelos de cemento y granito sin elementos que aporten sombra, tan propio de los espacios públicos de la capital, las asociaciones vecinales siempre han demandado la plantación de árboles no solo en la Puerta del Sol sino en todas las plazas de Madrid, con objeto de hacer más humano y habitable el territorio y la ciudad.