La calle Barquillo recupera, en parte, la normalidad. “Esta mañana he comprobado que los autobuses 40 y 149 ya no pasan por Barquillo, quedando sus cabeceras en Barceló, tal como pedíamos las asociaciones de vecinos”, anunciaba con satisfacción José Carlos Nicolau, portavoz de la Asociación de Vecinos del Barrio de Justicia (Centro). “Los autobuses de la línea 3 siguen pasando. Nos han asegurado desde la Junta Municipal de Centro que también los retirarán, aunque tardarán un poco más porque primero tienen que confirmar la viabilidad de un recorrido alternativo. Así que seguimos pendientes de ello. Es probable que vaya por San Bernardo, como nosotros proponíamos, para conectar el Barrio de Universidad con el centro de especialidades de Pontones, aunque parece que no está todavía completamente definido’, concluye.
Esta reordenación del transporte público por las calles del centro de la capital obedece al profundo descontento que había generado el desvío de tres líneas de autobuses (3, 49 y 149) de la EMT a causa de las obras de peatonalización de la calle Fuencarral. ‘Los vecinos y vecinas de las calles Barquillo y Fernando VI estaban tremendamente enfadados por el ruido y la contaminación que generaban los autobuses en una calle tan estrecha. Parece que las acciones que pusimos en marcha para instar al Ayuntamiento a que haga una ordenación más racional del tráfico de los autobuses en el centro ha surtido su efecto. No obstante, no bajaremos la guardia hasta que el problema no esté definitivamente resuelto’, remata Nicolau.
La asociación vecinal aprovechó la reunión que hace unas semanas mantuvo con el delegado del Área de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid Pedro Calvo para trasladarle otras propuestas dirigidas a reordenar el tráfico en el centro de la capital: ‘le pedimos también que estudien la posibilidad de que la calle Fernando VI se quede con un sólo sentido de circulación desde Argensola hasta Hortaleza, desviando hacia Génova la linea 37 que ahora pasa por allí. En principio parece que la idea le gustó y quedamos en que estudiarían la manera de poder hacerlo aprovechando las obras del mercado de Barceló’.