Fomento aprueba la huella sonora de las pistas cuarta y quinta con miles de reclamaciones previas por resolver

Amén de hacer oídos sordos a las reclamaciones vecinales, la aprobación obvia un estudio elaborado por el departamento de Contaminación Atmosférica del Ayuntamiento de Madrid y remitido a AENA en el que prueba que la zona de afección de ampliación del aeropuerto es muy superior a la considerada hasta el momento.

La Comisión de Seguimiento del Plan de Aislamiento Acústico del aeropuerto Madrid-Barajas (CSAM) aprobó por sorpresa la huella sonora de la cuarta y quinta pista del aeródromo durante una reunión mantenida ayer con los representantes de los municipios afectados. La sorpresa fue mayúscula ya que la aprobación de la huella no estaba incluida en el orden del día del encuentro. La “jugada” da continuidad al cúmulo de despropósitos que ha caracterizado la actuación tanto del Ministerio de Fomento como el del Medio Ambiente en el proceso de ampliación de Barajas. Amén de saltarse el orden del día de la reunión y de hacerlo sobre un mapa que data de 1999 donde no figuran los nuevos crecimientos residenciales, el nuevo estudio de impacto acústico se ha impuesto cuando la huella de ruido de la primera fase de ampliación del aeropuerto está aún sin cumplirse con miles de reclamaciones de vecinos afectados pendientes de resolución. Recordemos que 3.500 familias del barrio de Alameda de Osuna, apoyadas tanto por la A.V. AFAO como por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid que presentaron en plazo la reclamación correspondiente al Plan de Aislamiento Acústico, permanecen a la espera de que ejecuten en sus viviendas las obras de aislamiento. El desatino se dispara teniendo en cuenta que el departamento de Contaminación Atmosférica del Ayuntamiento de Madrid ha elaborado un estudio remitido a AENA en el que prueba que la zona de afección de ampliación del aeropuerto es muy superior a la considerada hasta el momento.

El incumplimiento de la normativa vigente y el absoluto desprecio demostrado por la Administración central tanto hacia los Ayuntamientos que se oponen a la medida (todos los del entorno salvo el de Paracuellos de Jarama) como a los miles de vecinos afectados por la agresión sónica del aeródromo genera indefensión y vulnera de forma alarmante la calidad de vida de las personas por quienes, se supone, han de velar. Los vecinos, sin embargo, no van a desistir y agotarán todas las vías legales a su alcance para frenar la soberbia actitud de Fomento. Por lo pronto, los alcaldes de los municipios permanecen a la espera del dictamen del Parlamento Europeo y no dudarán en acudir al Tribunal de Estrasburgo en caso de que su denuncia no sea tenida en cuenta. La FRAVM, por su parte, continuará apoyando a los vecinos afectados por la ampliación hasta lograr que los responsables políticos garanticen sus derechos y el proyecto de ampliación del aeropuerto sea lo más respetuoso posible con el entorno residencial y con el medio ambiente.

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