Diez años han dado para mucho. Las cifras ayudan a hacerse una idea del alcance cuantitativo de un servicio cogestionado por la FRAVM y el Ayuntamiento de Madrid para favorecer la convivencia y luchar contra el racismo y la xenofobia en los barrios. Gracias a este dispositivo, en Madrid se han celebrado más de 3.400 actividades como los talleres de lengua y cultura como el que se desarrolla en los barrios de Lucero (Latina), Comillas (Carabanchel), Valdebernardo (Vicálvaro)… para que las personas migrantes aprendan nuestra lengua y conozcan nuestra cultura para facilitar su integración; torneos deportivos para promover el mestizaje y valores como el juego en equipo, la cooperación…; jornadas interculturales, cineforums… contra el racismo y la xenofobia; huertos comunitarios para crear espacios de encuentro y convivencia y la promoción de valores como el cuidado del medio ambiente y de los espacios públicos…
Pero el verdadero alcance del Servicio de Dinamización Vecinal excede las cifras, por muy llamativas que sean (más de 14.000 personas han participado en las actividades a las que hemos hecho referencia) y se extiende y perpetúa en multitud de procesos de desarrollo comunitario que hacen de nuestros barrios espacios más habitables y más humanos para todas las vecinas y vecinos sin excepción, independientemente de su lugar de origen, su cultural su religión u orientación sexual.
Para celebrar sus 10 años de trayectoria y reflejar de forma lúdica y participativa parte de la actividad que despliegan en los barrios, el sábado 25 de octubre a partir de las 17h el SDV abrirá las puertas de la Nave 16 de Matadero Madrid para ofrecer a quien quiera acercarse talleres participativos para todas las edades (ganchillo, chapas, goma eva, imanes…), torneos deportivos (voley, fútbol, béisbol, …), exposiciones y actuaciones musicales (consulta el programa completo).
Diez años de historia
Madrid es, desde hace décadas, una ciudad de acogida, primero de la inmigración procedente del campo (de Extremadura, Andalucía, Castilla La Mancha…) y después de distintos puntos del planeta. La llegada de estos flujos migratorios provoca, indefectiblemente, cambios en la composión social y cultural de la comunidad de acogida que, a veces, da lugar a conflictos
A principios de los años 2000, el movimiento vecinal, que nació en la década de los sesenta promovido, fundamentalmente, por inmigrantes allegados del campo para exigir unas condiciones de vida dignas, propuso al Ayuntamiento de Madrid la creación de un dispositivo de mediación vecinal en los barrios con mayor índice de población migrante para favorecer una convivencia armoniosa entre los vecinos y vecinas, independientemente de su lugar de origen, cultura, religión, ideología o condición sexual. El objetivo de tal iniciativa era dotarse de una herramienta para luchar contra el racismo y la xenofobia alimentando la sensibilización intercultural; prevenir conflictos y mediar cuando éstos surgen; promover la participación comunitaria, en especial la de los nuevos vecinos y vecinas; crear redes de solidaridad y facilitar la coordinación y la concertación entre los colectivos y asociaciones que conviven en el territorio… A tal fin, el movimiento vecinal ofrecía la experiencia acumulada en este tipo de intervenciones en sus treinta años de vida.
El Ayuntamiento de la capital estudió la propuesta y poco después, en el año 2004, la FRAVM y el Ayuntamiento suscribían un convenio por el que se creó el Servicio de Dinamización Vecinal (SDV), un dispositivo que, desde entonces, ha trabajado de forma ininterrumpida en una veintena de barrios de la capital.
En estos diez años, el Servicio ha atendido a más de 14.000 personas, en su mayoría migrantes, a quienes ha acompañado en su “aterrizaje” en nuestra comunidad asesorándoles en la búsqueda de recursos en materia de vivienda, sanidad, educación…
Además, el equipo de dinamizadores ha participado en la organización de más de 3.400 actividades.