Los constantes recortes presupuestarios aplicados por las administraciones a los servicios públicos están mermando de forma notable la calidad de éstos en materias tan sensibles como la sanidad, la educación, la investigación científica y los servicios sociales, todos ellos indispensables para el ejercicio de los derechos de ciudadanía, la protección social y el desarrollo científico en un contexto de crisis económica.
El freno, en los juzgados, de la privatización de seis hospitales constituye un éxito de la movilización contra el expolio de lo público, pero la privatización continúa por la vía de las derivaciones, de la gestión, ya privatizada, de los últimos hospitales construidos y la cesión de la gestión de servicios como las transfusiones o la lavandería. La marea blanca, por tanto, continúa con las movilizaciones mensuales.
En esta ocasión, suman sus esfuerzos las mareas verde, roja y naranja. Todas ellas se darán cita el sábado 26 de abril a las 18.30h en Atocha.
En una rueda de prensa celebrada el 24 de abril, miembros de la marea blanca denunciaron que España es uno de los países desarrollados que más recortes presupuestarios ha aplicado desde 2009. Subrayaron, asimismo, que tras la paralización cautelar de la privatización de la gestión de seis hospitales, la lucha sigue contra el cierre de camas hospitalarias, el despido del personal sanitario, las derivaciones a centros privados y el aumento de las listas de espera, sin olvidar las consecuencias de la aprobación del real decreto 16/2012, que excluye a cerca de 800.000 personas de la atención sanitaria pública o el copago de los productos farmacéuticos.
La política de recortes presupuestarios y privatizaciones se ha aplicado con la misma determinación en educación. En el conjunto del Estado los recortes desde 2010 ascienden a 6.400 millones de euros y se han traducido en el despido de 35.000 profesores, la disminución de ayudas y becas…, medidas, todas ellas, que amenazan con expulsar a los alumnos con menos recursos y a las que se suman la negativa a construir centros educativos públicos (en el PAU de Vallecas, en Butarque… por ejemplo) o la eliminación del bachillerato de algunos institutos de la región (IES Rosa Chacel de Hortaleza, el IES Alonso Avellaneda de Alcalá de Henares…).
Los miembros de la comunidad científica que participan en la marea roja, por su parte, informaron que los recortes acumulados en I+D+I alcanzan el 40% y que España solo destina a la investigación científica el 0,52% del PIB, cuatro veces menos que la media europea. Llamaron la atención, asimismo, sobre el hecho de que el 60% de los fondos públicos son créditos a empresas y que son estas las que contratan el personal y se hacen cargo del aprovisionamiento de infraestructuras, todo lo cual ha llevado a la práctico descalabro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y han procovado despidos en centros de prestigio internacional como el Príncipe de Asturias de Valencia o el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. En el conjunto de la comunidad científica 2.761 investigadores han sido despedidos.
Por último, los miembros de la Marea Naranja denunciaron los recortes aplicados a los servicios sociales (teleasistencia, ayuda a domicilio, proyectos para adolescentes y familias o ayudas a la mujer…) en un contexto de crisis en que, precisamente, se deberían fortalecer.
Las cuatro mareas animan a la ciudadanía a secundar la manifestación que se llevará a cabo el sábado 26 de abril a las 18.30h desde Atocha porque, como advierte el lema de la movilización, “sin educación no hay ciencia, sin ciencia no hay sanidad, sin educación, ciencia y sanidad no hay servicios sociales”. “Y sin todo ello –añadieron los portavoces–, no hay futuro”.