El pasado 23 de agosto, el Ayuntamiento de Madrid concedió a PARCESA, propietaria del tanatorio de la M40, una licencia urbanística para la construcción de un horno crematorio junto a la morgue, que se ubicaría a menos de 250 metros de viviendas, establecimientos comerciales, centros educativos y de trabajo y parques de San Fermín (Usera) y que afectaría de manera directa a otros barrios del vecino distrito de Villaverde como El Espinillo.
El Ayuntamiento argumenta que ha concedido la licencia en “acatamiento y cumplimiento” de una sentencia de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo del año 2021, que fue dictada tras un recurso de PARCESA por la denegación de la licencia para la construcción del crematorio en 2015. Pero realmente la sentencia del Supremo solo obliga al Ayuntamiento de Madrid a revisar la denegación de la licencia, no a su concesión.
El fallo judicial basa su fundamentación jurídica en que la denegación de la licencia del año 2015 estaba amparada en una ordenanza que no había sido adaptada a la legislación estatal posterior, en concreto a la Ley 34/2007 de 15 de noviembre de calidad del aire y protección de la atmósfera, ni a los avances tecnológicos pensados para minorar la afección de la actividad de este tipo de instalaciones en la salud y el medioambiente, hechos que obligaban al Ayuntamiento de Madrid a evaluar nuevamente la concesión de la licencia.
Pero lejos de hacer esta nueva evaluación, el Ayuntamiento de Madrid ha concedido la licencia sin tener en cuenta un hecho fundamental, que en 2021 aprobó una nueva ordenanza de calidad del aire que se adapta a Ley 34/2007 de 15 de noviembre de calidad del aire y protección de la atmósfera, que tiene en consideración los cambios tecnológicos habidos y aun así mantiene en su artículo 22 la prohibición de construir hornos crematorios de cadáveres a una distancia inferior de 250 metros de viviendas, centros educativos, sanitarios y comerciales por el riesgo que estos suponen para la salud.
La construcción del crematorio en San Fermín puede ser la gota que colma el vaso de la paciencia de los vecinos y vecinas del sur de la ciudad y especialmente de los de ese barrio, que desde hace años padecen, entre otros males, los efectos de los olores, ruidos y plagas de insectos de la depuradora de la China y de los grandes eventos de la Caja Mágica, que se traducen en problemas de aparcamiento, atascos, contaminación acústica y atmosférica, además de las afecciones de otras instalaciones como el Estanque de Tormentas, la Subestación de Gas y la Plataforma Logística de Villaverde.
Por ello, las asociaciones vecinales de Usera y Villaverde, con el apoyo del resto de entidades del sur y de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), han retomado la movilización contra el crematorio y sus malos humos, una batalla que se inició hace nueve años y que ha conseguido paralizar en tres ocasiones el proyecto. Y es que el plan de PARCESA no solo pone en peligro la salud de los vecinos y vecinas de San Fermín y El Espinillo y otros barrios próximos, sino que supone un claro ataque a las políticas de reequilibro territorial que desde hace décadas reivindica el movimiento vecinal de la ciudad.
La primera de las acciones de este nuevo ciclo de movilizaciones vecinales será una marcha que tendrá lugar el próximo martes 17 de septiembre. Con el lema “Basta de contaminar los barrios del Sur. Paremos el crematorio de la M40”, a las 18:30 dos columnas partirán de forma simultánea desde Usera y Villaverde. La primera lo hará desde las pistas deportivas de la calle Estafeta y la segunda desde la estación de Metro Villaverde Bajo-El Cruce. A las 20:00, ambas confluirán frente al tanatorio de la M-40, en el número 36 de la avenida de Los Rosales.
Más allá de las protestas en la calle, las asociaciones vecinales de Usera y Villaverde y la FRAVM iniciarán todas las acciones políticas, administrativas y legales necesarias para paralizar la concesión de la licencia de construcción del crematorio.