En 2003, el ayuntamiento de Madrid cedió de manera gratuita, por un periodo de 75 años, una parcela municipal a la Fundación Internacional de Educación para la construcción del colegio Newman, situado en la avda. de Guadalajara, 28. En 2021, la Agencia de Actividades (ADA) del ayuntamiento autoriaó la licencia para construir en la misma parcela el Centro Deportivo Newman, en un edificio de 7 plantas (4 subterráneas y 3 sobre rasante), en las que se alojarán un gran aparcamiento privado de uso exclusivo para abonados, piscinas climatizadas, sala fitness, sala de actividades dirigidas, sala de ciclo indoor… La nueva instalación está dentro de la cadena de gimnasios de la empresa Dosdeporte, con otros centros en Madrid, Fuenlabrada y La Coruña.
Las asociaciones vecinales de San Blas-Canillejas ya denunciaron en 2003 las presuntas irregularidades y favoritismos que rodearon la concesión de la parcela. Ahora se encuentran con un nuevo escándalo. El ayuntamiento autoriza un polideportivo privado 1) en una parcela que sigue siendo pública y 2) en una parcela que se cedió para colegio de infantil, primaria, secundaria y bachillerato, no para otros usos. Según la coordinadora de entidades vecinales San Blas Canillejas ambas circunstancias vulneran la normativa vigente, por lo que la licencia no debió ser concedida y, en todo caso, debe ser revocada con todas las consecuencias que ello supone para el edificio ya en construcción.
La solicitud de la licencia se hizo para “modificación de actividad de centro docente con ampliación de superficie”. Según la Coordinadora, con esa fraseología quizá se pretendía ocultar las verdaderas intenciones, que no son otras que la creación de un gimnasio de lujo, no para el alumnado del centro, sino para las personas en general que se puedan permitir pagar las tarifas. Por las noticias de prensa, las asociaciones vecinales han conocido que algún portavoz municipal alega que “esta operación no le consta”. Esta posición genera asombro, pues les bastaría con ir a la web de la empresa Dosdeportes para conocer el proyecto y para constatar que ya han iniciado la captación de clientes. Peor aun, les bastaría con releer la documentación de la solicitud de licencia para comprobar que se está haciendo un polideportivo privado, no ampliando un centro docente.
El afán de lucro de los titulares del colegio es manifiesto. Ya en el inicio les pedían a las familias una aportación de 4.000 euros para terminar la construcción, hace pocas semanas la Comunidad de Madrid tuvo que prohibirles que premiaran con un punto adicional para la matriculación al alumnado cuyas familias contribuyeran con 1.800 euros… Todas ellas son prácticas no permitidas por la ley al tratarse de un centro concertado, financiado con fondos públicos.
En conclusión, las asociaciones vecinales del distrito de San Blas-Canillejas denuncian que el ayuntamiento de Madrid consiente, mientras no paralice el proyecto, una flagrante irregularidad al autorizar un complejo deportivo de lujo en una parcela pública destinada exclusivamente a actividades docentes. Por ello, solicitan que de manera urgente, se proceda a revisar la licencia concedida y paralizar la construcción por ser contraria a la normativa vigente.