Las redes vecinales de Usera reclaman a la Junta de Distrito que asuma sus obligaciones en la crisis alimentaria

Las redes vecinales de apoyo mutuo y solidaridad que forman parte del espacio “En Usera nos cuidamos juntas” se concentraron ayer por la tarde ante la Junta de Distrito con el fin de reclamar justicia social y una mayor implicación de esta institución con las familias más afectadas por la actual crisis. “Queremos ser colaboradores en la solución, pero no los responsables de la solución. Eso les corresponde y lo deben realizar las Administraciones públicas, y en nuestro Distrito la Junta Municipal y los Servicios Sociales”, indicaron.

Las redes vecinales de Usera reclaman a la Junta de Distrito que asuma sus obligaciones en la crisis alimentaria
Concentración redes vecinales Junta de Usera

Miembros de cada una de las redes de barrio existentes en el distrito portaron carteles con el número de familias a las que están ayudando con alimentos y productos de primera necesidad, que suman más de 1.000 y representan más de 3.000 personas. Además, colocaron en el centro de la explanada que se halla frente a la sede municipal cientos de bolsas vacías, las mismas que cada semana deben llenar de comida con donaciones de particulares y comercios de sus barrios, con el fin de que ningún hogar del distrito pase hambre.

Tras esta puesta en escena, una portavoz de la red de redes vecinales de Usera leyó el siguiente comunicado:

Usera: la solidariad vecinal exige justicia social
Comunicado de las Redes de Apoyo vecinal y Cuidados y Despensas de Alimentos de los barrios de Usera.
Somos redes de apoyo y grupos de solidaridad. Por eso tenemos que explicar qué hacemos aquí, ante la Institución Municipal. Hemos venido a decir:

1º.- Que con la pandemia sanitaria se ha producido una grave crisis social en nuestros barrios que no se va a ir en mucho tiempo. Las grandes desigualdades sociales que afectaban a las familias más vulnerables han aumentado. Personas y familias sin recursos para comer o para el alquiler, o sin becas de comedor, o sin RMI, o en paro, etc.. Estamos viviendo la situación de muchas familias en una pobreza ocasionada por esta crisis y otras en situación de extrema pobreza debido a su situación anterior.

2º.- Ha sido muy importante contar con el apoyo de quienes tenemos más cerca. Y en nuestros barrios han surgido redes de apoyo y cuidados por iniciativa vecinal, apoyadas por asociaciones y entidades del barrio. Nos auto-organizarnos para el apoyo y el cuidado, pero nos tuvimos que reconvertir para alimentación, medicamentos, cuidado de los/as hijos/as de quienes se encontraban trabajando. Hemos seguido gracias a los vecinos/as que se han sumado a esta iniciativa, y a entidades del barrio que han puesto lo que tienen a disposición de los que lo necesitan.

3º.- Ya sabíamos cuando empezamos que no éramos la solución. Solo somos un remedio de urgencia basada en la solidaridad vecinal. Hacemos lo que podemos, pero sabemos que ni llegamos ni podemos llegar a todo. “La solución debe venir de las Instituciones”, especialmente de Servicios Sociales, que, a lo largo de estos más de tres meses, no han contado con suficientes medios y recursos, por lo que sus trabajadores se han visto desbordados para poder hacer frente a todas las necesidades.

4º.- Por eso estamos aquí, porque queremos ser colaboradores en la solución, pero no los responsables de la solución. Eso les corresponde y lo deben realizar las Administraciones públicas, y en nuestro Distrito la Junta Municipal y los Servicios Sociales. Pero hemos constatado que no se ha asumido esa responsabilidad.

5º.- Hoy seguimos sin que se constituyan las Mesas de Intevención social, basadas en la coordinación operativa desde los Servicios Sociales, con participación de los recursos que están realizando la atención y la acción en los barrios. Servicios dotados de recursos humanos suficientes, y también de recursos materiales y sociales.

6º.- Los Servicios Sociales no se pueden sustituir por donaciones esporádicas y sin continuidad. Tampoco se pueden sustituir por la solidaridad vecinal. Nuestro papel no es hacer de Administración, ni de proveedores de alimentación, ni tener que decidir a quién se debe entregar los recursos que nos llegan.

7º.- La repuesta debe basarse en la justicia. Es justo que quien pasa hambre por causa de una crisis social, o quien no puede pagar el alquiler, o quien no puede tener medios para que sus hijos e hijas puedan hacer las tareas escolares, etc., es justo que reciba los recursos a los que no puede llegar. Y es justo que eso sea precisamente la obligación de las Instituciones Públicas. Inalienable e inelubible.

8º.- Hemos desarrollado la solidaridad y el compromiso vecinal; y con mucho gusto. Pero también con mucho disgusto de ver que no se cumple la justicia; que los Servicios Públicos no responden ante las necesidades urgentes y fundamentales; que, además, queda oculta la responsabilidad de quien debe hacerlo por obligación y por ley. La solidaridad vecinal no es la ventanilla de problemas de asistencia. ¡Basta ya!

9º.- La Mesa de Intervención, y la dotación de recursos debidos en justicia, es una urgencia. Y, más aún si se produjera, ¡ojalá no!, un rebrote de la pandemia. Debe encontrarnos organizados y preparados. Para ello hemos remitido a la Junta Municipal nuestro comunicado del 13 de abril, junto con las propuestas de otras entidades, con actitud de diálogo. Pero con la exigencia de que es obligado dar respuestas eficaces, coordinadas y participadas.

10º.- Hemos colaborado y seguiremos colaborando en que se llegue a quien lo necesita. Y seguimos contribuyendo a que Servicios Sociales dispongan de la información de las necesidades, y de informar de los recursos que se ponen a disposición. Pero sin confundir las obligaciones. Seguimos volcados con los vecinos/as más vulnerables.

¡¡Por ello nuestras exigencias se dirigen a la Junta Municipal. Y lo reclamamos en justicia!!
Madrid, Usera, 25 de Junio de 2020

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