Alarmada por una situación que no tiene visos de mejorar, la Asociación de Vecinos de San Fermín acaba de hacer público un contundente comunicado en el que demanda la intervención urgente y coordinada de todas las administraciones competentes. Recogiendo el sentir de buena parte de los casi 23.000 habitantes del barrio, la entidad denuncia el abandono de las instituciones: “Después de mucho tiempo tenemos que seguir diciendo que no puede ser que seamos los propios barrios quienes sigamos “solos ante el peligro”, indica en su comunicado.
La vecindad “vive” y “siente” la ausencia de recursos y medios para hacer frente a su emergencia social como “falta de seguridad”: “seguridad de empleo, de formación, de convivencia y comunidad, de comportamientos que no nos agradan; seguridad de ser y sentirnos ciudadanos, de que somos alguien para la Administración, y no unos barrios periféricos donde la ciudad expulsa lo que no quiere en el centro aunque lo necesite, para que luego no se ocupe más de ello. No puede ser que los problemas se concentren en los barrios y luego tengamos que afrontarlos solos”, insiste la asociación, antes de plantear la siguiente disyuntiva: “o se actúa en todas las condiciones del barrio, o no habrá seguridad”.
La asociación ya ha mantenido una reunión con el Ayuntamiento de Madrid para trasladarles esta demanda y ahora espera poder hacer lo propio con la Administración regional.
A continuación reproducimos el contenido íntegro del comunicado de la entidad vecinal:
Comunicado de la Asociación de Vecinos de San Fermín
Septiembre de 2017
Ante la TRÁGICA muerte de un niño en nuestro barrio
A todos nos ha consternado la muerte en nuestro barrio de Wan Ichi, un niño de 3 años. Y nos ha dejado afectados como personas y como barrio, y así lo hemos manifestado con nuestra condolencia y cercanía a la familia.
Todos somos conocedores de las circunstancias que acompañaron este suceso que nunca más debería darse en nuestro barrio ni en ningún otro lugar. Esperamos y deseamos que se aclaren los hechos, y rechazamos tanto el trágico atropello como el oportunismo de alguna persona en quererse apropiarse de los objetos de la tienda. Y nos felicitarnos por el comportamiento de los vecinos presentes que se opusieron a la persona oportunista, al mismo tiempo que nos sumarnos a las muestras de vecindad y solidaridad expresadas, como hicimos con la convocatoria del acto de solidaridad vecinal del día 5 de septiembre participado por vecinos y vecinas de todas las procedencias.
Ante un suceso tan impactante hemos vuelto a ser y sentirnos vecinos y vecinas, a ser barrio. Lo que nos lleva a pedir y reclamar lo que tantas veces hemos demandado: por un parte, mejorar las relaciones entre los propios vecinos del barrio y sus comportamientos; y, por otra, demandar responsabilidades a los poderes públicos ante las situaciones que vivimos en los barrios. Porque un hecho como el sucedido saca a la luz las condiciones en que estamos en nuestro barrio. Después de mucho tiempo tenemos que seguir diciendo que no puede ser que seamos los propios barrios quienes sigamos “solos ante el peligro”.
En nuestro barrio tenemos que soportar sin ninguna otra ayuda las condiciones que se dan en él. Condiciones agravadas porque se ha producido una gran renovación de su población, así como un tremendo impacto de la crisis económica y social: un aumento enorme del desempleo, una situación de la juventud sin expectativas ni futuro, un descenso de los recursos educativos y de formación (seguimos siendo un barrio sin instituto), unas enormes dificultades de mantener la propia vivienda y sus condiciones que nos ha llevado a ser también un barrio de desahucios con sus consecuencias de casas cerradas, de bancos que no se ocupan de ellas, de viviendas y vecinos que no se integran en sus comunidades, etc. Y, dadas las gravísimas cuestiones de falta de integración que plantea todo ello, en el barrio sentimos la notable ausencia de la Administración que debería estar acompañando este enorme cambio y todos sus efectos con inversión en empleo y en las condiciones de vida de las personas, con actuaciones que garanticen nuestros derechos, con mediación y trabajo social.
Todo ello los vecinos lo vivimos y sentimos como falta de seguridad. Seguridad de empleo, de formación, de convivencia y comunidad, de comportamientos que no nos agradan; seguridad de ser y sentirnos ciudadanos, de que somos alguien para la Administración, y no unos barrios periféricos donde la ciudad expulsa lo que no quiere en el centro aunque lo necesite, para que luego no se ocupe más de ello. No puede ser que los problemas se concentren en los barrios y luego tengamos que afrontarlos solos.
Sabemos que hay hechos, como el de la muerte, que no tienen excusa. Pero también sabemos que ninguna solución ha sido efectiva solamente con actuaciones dirigidas a comportamientos incívicos, aunque sean oportunas. Creemos que, o se actúa en todas las condiciones del barrio, o no habrá seguridad. Por ello, manifestando nuestra solidaridad con la familia y nuestro rechazo de esa muerte, exigimos los cambios necesarios, las medidas urgentes, los recursos imprescindibles, si es que queremos ser sociedad y no unas calles que se sienten desprotegidas y sin soluciones. Queremos ser vecinos y vecinas, queremos ser barrio escuchado con compromisos reales.
Apreciamos que por parte del Ayuntamiento se haya tenido ya una primera reunión ante estas situaciones, y esperamos que dé resultados eficaces. Lo mismo que esperamos de otras Administraciones a las que también nos hemos dirigido, y que tienen que pronunciarse sin demora. ¡Porque no podemos seguir solos, exigimos respuestas eficaces !Es urgente una agenda de actuaciones integral y completa.