Nuestro presidente, Jorge Nacarino, junto a miembros de la fundación, CCOO y el PCE, organizaciones a las que pertenecían los abogados, ha asistido a las tres ofrendas florales celebradas durante la mañana. La primera ha tenido lugar en el Cementerio de Carabanchel, ante las tumbas de Javier Sauquillo, Enrique Valdevira, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez. La segunda, ante la sepultura de Javier Benavides, en el Cementerio de San Isidro.
A continuación, se ha desplazado hasta el monumento El Abrazo de la plaza de Antón Martín, donde ha tenido lugar el tradicional homenaje a los letrados, muy cerca del lugar en el que fueron asesinados o malheridos. En esta ocasión, junto al único superviviente que queda vivo del atentado, Alejandro Ruiz-Huerta, ha intervenido el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, que ha anunciado que el BOE ha publicado que el monumento ante el que se encontraban ha sido declarado lugar de memoria democrática, un gesto que la FRAVM saluda.
Por la tarde tendrá lugar el acto central de la jornada en el Auditorio Marcelino Camacho de CCOO, y durante los próximos días el presidente de la FRAVM participará en otros homenajes a los abogados. El domingo lo hará en un acto en Tetuán y el lunes en otro en San Fernando de Henares.
Recodemos que la noche en la que se produjo el asalto del grupo de pistoleros de extrema derecha al despacho del número 55 de la calle Atocha, la fatídica noche del 24 de enero de 1977, las víctimas celebraban una reunión sobre su actividad como “abogados de barrio” en las asociaciones vecinales de la región. El comando fascista acabó con la vida de los juristas Javier Sauquillo, Luis Javier Benavides, Enrique Valdelvira y Serafín Holgado y del sindicalista Ángel Rodríguez. Además, resultaron gravemente heridos Alejandro Ruiz-Huerta, Mª Dolores González, Luis Ramos y Miguel Sarabia.
Benavides trabajaba en Valdeacederas (Tetuán) y Hortaleza, y junto a Ruiz-Huerta asesoraba a asociaciones vecinales de Vallecas. Sarabia se dejó la piel por los vecindarios de Orcasitas, Usera y Villaverde, mientras Javier Sauquillo estaba más vinculado al Pueblo de Vallecas y a Alcorcón, en cuya asociación vecinal pasaba consulta junto a Enrique Valdelvira. Dos días antes de la matanza, tal y como recuerda la abogada Paca Sauquillo, ella, su hermano Javier y su cuñada, Dolores González acudieron a la Asociación Vecinal de Orcasitas “para elaborar un manifiesto sobre la urgente necesidad de legalizar la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Madrid”, la actual FRAVM, algo que se produciría unos meses después.
Tanto la federación como las asociaciones donde pasaban consulta tenemos mucho que agradecerles. Estamos obligadas y honradas a preservar su memoria.