La acción, en la que ha participado el presidente de la FRAVM y miembros de asociaciones vecinales de la capital, ha estado impulsada por la llamada Plataforma Calles Dignas, que promueve la eliminación de los nombres incompatibles con los valores democráticos, y en particular la devolución, a seis calles en Madrid, de los nombres acordados en 2017 y que el actual Equipo de gobierno municipal cambió por los antiguos nombres franquistas.
Cuando está cerca de inaugurarse en Madrid un monumento en memoria a las víctimas del holocausto, “resulta despreciable que las mismas autoridades que presidirán el acto de inauguración del monumento, al mismo tiempo mantengan el nombre de sus verdugos en una calle”, sostiene la citada plataforma.
“Para colmo de la ignominia, el nombre acordado en votación plenaria por el Ayuntamiento de Madrid en 2017 fue el de “Memorial 11 de marzo de 2004”, que serán objeto del recuerdo anual en poco más de un mes, por estas mismas autoridades que, con su pasividad primero (al no presentar recurso), y su voto después (al votar en contra el pasado 25 de octubre), decidieron anular la memoria de estas víctimas en el callejero madrileño”, subraya el colectivo.
En el acto de esta mañana se ha leído esta frase de Ana Frank: «Lo que se hace no se puede deshacer, pero se puede prevenir que vuelva a ocurrir». Además, las personas asistentes, representantes de diversos colectivos, educativos, vecinales, memorialistas y sindicales, han mostrado carteles e imágenes que reclaman la necesidad del cambio de nombre de la calle, guardando un minuto de silencio al finalizar.