Mequinenza: la calle de las pancartas

Desde hace más de cuatro meses, la calle Mequinenza, en el barrio de Canillejas (San Blas), es un mar de pancartas. Más de 50 adornan actualmente ventanas y balcones de las viviendas de sus vecinos, cuya paciencia por el abandono de la vía ha llegado al límite. “Desde hace más de tres años sufrimos las obras de los imaginarios y fastuosos Juegos Olímpicos de 2016. Los vecinos estamos hartos de reclamar al Ayuntamiento una solución inmediata al estado de nuestra calle y los problemas que han ocasionado dichas obras” sostienen.

Mequinenza: la calle de las pancartas
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Tal y como relata uno de sus moradores, José Daniel López García, “durante los primeros años la maquinaria pesada invadió nuestra calle y llenó las casas de ruidos y tierra, acabando con más de 200 árboles de más de 20 años que habían sido plantados y cuidados por los vecinos”. Ningún ejemplar ha sido reemplazado, “ni siquiera por una flor, solo hay tierra o barro, cardos y malas hierbas”, apostilla López García.

Con la reforma de la calle, abortada hoy por la paralización del centro acuático del Parque Olímpico, el Consistorio ha sustituido los antiguos contenedores de basura por otros individuales que “no caben dentro de los portales”, ha colocado planchas de madera ‘muy resbaladizas’ en las aceras y ha reducido “de manera ostensible los aparcamientos”, se queja el vecindario. “No se pueden parar los coches en los portales 12, 14, 16, 18, 20 y 22, porque cortan la calle [hoy reducida a un sólo carril], lo que obliga a trasladar todo tipo de objetos pesados desde bastante distancia”, explica el portavoz ciudadano, antes de citar otros problemas y molestias que provocan unas obras “mal planificadas” e “incomprensiblemente” inacabadas.“Estamos hartos de que el paso cebra no esté pintado y sea objeto de accidentes de coches contra peatones y bicicletas ya que, de manera provisional, pasa por aquí el Anillo Verde Ciclista. Hartos de que muchos ciclistas invadan la acera, porque es peligroso circular por el asfalto de un carril bici lleno de obstáculos. Hartos de que las señales de tráfico de las obras de la conexión de la calle Alcalá con la avenida de Logroño estén todavía sin quitar a pesar de que el enlace se inauguró hace un año, confundiendo a los automovilistas. Hartos de que cuando llueve la calle se llene de barro y charcos porque las alcantarillas están mal situadas, por encima del nivel del asfalto”, resume López García.

Los vecinos, que han puesto en marcha un blog para expresar sus quejas (www.recuperemosmequinenza.blogspot.com), no piden “que terminen las obras del Parque Olímpico Sector Oeste; estamos pidiendo que se nos den los servicios que teníamos y a los que tenemos derecho porque pagamos nuestros impuestos para ello. Hay alternativas de solución, pero quienes gobiernan no nos quieren escuchar”, aseguran. Tanto la asociación vecinal La Amistad de Canillejas como el Grupo Municipal Socialista han llevado el asunto a los plenos de la Junta Municipal en varias ocasiones, pero ésta se ha limitado a indicar que la competencia corresponde a la Concejalía de Obras y Espacios Públicos. Por ello, el PSOE tiene la intención de abordar la cuestión en el próximo Pleno de la Casa de la Villa, el 30 de noviembre. Los vecinos afectados, que han prometido continuar y extender su protesta, además de reclamar el arreglo inmediato de los desperfectos que tiene la calle, persiguen, con un plan de movilidad acorde, “recuperar la calle para la ciudadanía’, sobre todo después de conocer que el Ayuntamiento tiene previsto transformarla en una vía de dirección única con acceso a la A-2 y a la M-40 -a través de una glorieta, hoy en construcción-, lo que generará un incremento de la contaminación acústica y atmosférica del barrio, concluyen.

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