El mes de enero de 1977 pervive en la memoria de la ciudadanía madrileña como fecha clave en la transición a la democracia por la sucesión de varias muertes que pusieron en peligro la reforma política. El día 24 de ese mismo mes, la joven estudiante Mari Luz Nájera moría como consecuencia del impacto, en pleno rostro, de un bote de humo lanzado por los antidisturbios durante una manifestación en la Gran Vía pidiendo libertad y democracia y en protesta por la muerte, a manos de la Triple A, de Arturo Ruiz en una manifestación celebrada el día anterior. Esa misma noche, cinco abogados laboralistas de CCOO morían ametrallados en el segundo piso del número 55 de la madrileña calle de Atocha.
La asociación de vecinos AFAO, de la Alameda de Osuna, barrio en que nació Mari Luz Nájera, recuerda que “con permiso de su familia, celebramos un funeral en la parroquia por su eterno descanso, seguido de una manifestación silenciosa por todo el barrio, que tuvo una masiva asistencia de vecinos y compañeros de la universidad”.
Fue su adiós “a una vida joven que se iba de nuestra cotidiana presencia. Por esa libertad y democracia que hoy disfrutamos todos. En el año 1988, la A.V. AFAO, con el permiso de sus familiares, propusimos a la Junta Municipal de Barajas que pusiera el nombre de Mari Luz a un nuevo parque público abierto cerca del domicilio de sus padres para perpetuar su recuerdo entre sus vecinos. La petición no fue aceptada. El 5 de febrero de 2007, treinta años después, volvimos a reivindicarlo otra vez”.
Trackbacks/Pingbacks