El pasado 2 de noviembre se cumplieron 44 años de la legalización de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), un aniversario que la entidad celebrará en esta ocasión con un Encuentro Vecinal dedicado a las luchas por la sanidad pública. El tema no es casual. ¿Qué otro podía ser después de este año y medio de pandemia, en el que las y los profesionales de la salud lo han dado todo para contener el virus y curar y cuidar a las personas enfermas y sus familias? ¿Qué otro podía ser después de que la Covid-19 mostrase con una violencia brutal las costuras de nuestro sistema de salud y sacase a la ciudadanía a los balcones y a las calles para agradecer el papel de estos trabajadores y trabajadoras y reclamar más recursos para la sanidad pública?
Con el fin de rendir un homenaje a las personas que, desde los barrios y pueblos de la región y sus asociaciones vecinales, han defendido y defienden una sanidad pública, universal, cercana y de calidad, la FRAVM organizará una jornada el próximo sábado 13 de noviembre en el Centro Cultural El Pozo, que se encuentra en el número 19 de la avenida de las Glorietas, muy cerca de la estación de Cercanías de El Pozo.
Este nuevo Encuentro Vecinal constará de dos partes. La primera, de 10:00 a 12:00, consistirá en un espacio para el debate y la reflexión, en el que las y los miembros de las asociaciones vecinales de la Federación intercambiarán puntos de vista sobre el pasado, presente y, sobre todo, el futuro de las luchas por la sanidad pública, uno de los ejes principales del movimiento vecinal.
La segunda será un acto de reconocimiento a las personas y colectivos que se han dejado la piel en estos más de 40 años por conseguir avances en materia sanitaria en la región. En este marco, se proyectará un vídeo elaborado para la ocasión y tendrá lugar un pequeño concierto a cargo del conjunto Le Duet.
En el último medio siglo, los logros conseguidos por el movimiento vecinal madrileño en el campo de la sanidad se cuentan por decenas. Gracias a su empuje, a las movilizaciones organizadas en la calle y a las negociaciones en los despachos de las administraciones, muchos de nuestros barrios, pueblos y ciudades cuentan hoy con un moderno centro de salud o un consultorio médico, un centro de especialidades, un hospital, un centro de atención a adicciones o una moderna red de farmacias.
Lejos quedan los días en los que las asociaciones vecinales tuvieron que pelear para dotar de alcantarillado, agua corriente y calzadas asfaltadas a lugares como Orcasitas o Palomeras, donde las ambulancias se quedaban atascadas en el barro si había llovido de forma copiosa. Lejos los días en los que tuvieron que movilizarse para que se abriera en el barrio de Parque Henares (San Fernando) una farmacia, lejos la década en la que, en un ejercicio extraordinario de solidaridad, la sede de la Asociación Vecinal Colonia Fin de Semana de San Blas albergaba el consultorio médico del barrio.
Lejos, pero no tanto, las grandes movilizaciones vecinales que en los ochenta y noventa reclamaron la construcción de centros de salud y hospitales públicos en grandes localidades de la región como Leganés, Fuenlabrada, Parla, Móstoles, Madrid San Fernando y Coslada, y que cuajaron en los modernos equipamientos que hoy conocemos. Y las multitudinarias manifestaciones que consiguieron la continuidad del hospital Virgen de la Torre de Vallecas y la apertura del hospital militar Gómez Ulla a la población civil de Carabanchel y Latina.
Todo esto recordaremos el próximo sábado, rindiendo homenaje a sus protagonistas en un acto en el que también recordaremos movilizaciones de afectados por diversas patologías como la Hepatitis C o el síndrome tóxico, un mal procedente de lotes de colza adulterada que se ha cobrado la vida de más de 5.000 personas. Las asociaciones vecinales siempre han estado a su lado en su justa lucha por sus derechos.
La Comisión de Sanidad de la FRAVM, una de las más activas de la federación a lo largo de su historia, tendrá, por motivos obvios, un papel esencial en el encuentro. Con sus integrantes repasaremos sus logros, entre los que hay que destacar el impulso de innumerables movilizaciones unitarias contra recortes en materia de sanidad, el cierre de equipamientos, las listas de espera o leyes y planes autonómicos y estatales que han deteriorado la sanidad pública en beneficio de la privada. En este marco resulta clave la experiencia de la Marea Blanca, un movimiento de profesionales sanitarios y asociaciones vecinales y de pacientes que logró en 2014 uno de los mayores logros ciudadanos de la última década, la retirada del plan de privatización de seis hospitales y varios centros de especialidades y de salud diseñado por el entonces consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela.
Recordemos que a pesar de esta victoria, la Marea Blanca, impulsada por la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (MEDSAP), en la que siempre ha participado la FRAVM a través de su Comisión de Sanidad, continuó saliendo a la calle cada mes hasta la llegada de la pandemia para denunciar las consecuencias de las políticas de privatización y defender un sistema de salud cien por cien público. De 2012 a 2021, la Mesa organizó la friolera de 90 Mareas Blancas y durante la Covid-19 se ha batido el cobre por crear un frente común de profesionales, pacientes y vecinos y vecinas para exigir refuerzos en la sanidad pública y afrontar los estragos de la epidemia, acelerar la vacunación y recuperar la calidad asistencial de la Atención Primaria y Hospitalaria.
Lamentablemente, algunos lugares de la Comunidad de Madrid, a pesar de su elevada población y necesidades, siguen sin tener centro de salud. Es el caso de Valdebebas, El Cañaveral, Dehesa Vieja de San Sebastián de los Reyes, Butarque o Montecarmelo. Otros sitios cuentan con centros en pésimas condiciones, como el barrio de Las Letras o Carabanchel Bajo, donde el movimiento vecinal lleva más de 18 años reclamando tres nuevos equipamientos que puedan reemplazar a tres centros de salud ubicados en locales comerciales. Las asociaciones vecinales de estos barrios, con el apoyo de la FRAVM, siguen peleando para que la Administración cubra estas carencias, al igual que hicieron las y los pioneros del movimiento vecinal hace más de cuarenta años.