La Plataforma Salvemos el Henares, de la que forma parte la FRAVM, la Asociación ecologista del Jarama “El Soto”, la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), Ecologistas en Acción, Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), Jarama Vivo y el Grupo de Madrid de WWF/Adena denuncian que, desde hace años, empresas ubicadas en este ámbito están realizando vertidos incontrolados en el Parque Regional del Sureste hasta el punto de que algunas de las lagunas del ámbito han quedado completamente enterradas por los escombros y han acabado desapareciendo, mientras en otras se pueden encontrar en la actualidad vehículos, envases desechados y otro gran número de contaminantes.
Uno de los casos denunciados más graves corresponde a la “playa atómica”, bautizada así por los habitantes de la zona después de que hace unos meses tuviera lugar un grave vertido de hidrocarburos, procedente del oleoducto que discurre en sus cercanías. A pesar de la limpieza llevada a cabo, todavía pueden advertirse restos del letal vertido.
Las garantías legales aprobadas para garantizar la protección de este espacio de 31.552 hectáreas, que ocupa parte de los términos municipales de Velilla de San Antonio, Ciempozuelos, Titulcia, Rivas Vaciamadrid, San Martín de la Vega, Arganda del Rey, San Fernando de Henares, Pinto, Mejorada del Campo, Getafe, Valdemoro, Aranjuez, Chinchón, Torrejón de Ardoz, Coslada y Madrid, no han impedido otros graves atentados ecológicos, como el que ha dado lugar a la llamada “laguna de aceite”, denunciado en el año 2000. Los contaminantes vertidos en la laguna se filtraron en el subsuelo y en los campos adyacentes. En todos estos años, la Consejería de Medio Ambiente ha hecho caso omiso a las medidas propuestas por las organizaciones ecologistas y vecinales (cerrar el vallado de acceso y cubrir la laguna para evitar que cayeran más aves a la balsa de aceite), por lo que ocho años después del ‘accidente’ siguen muriendo ejemplares.
Las organizaciones ecologistas y vecinales recuerdan que la Comunidad de Madrid tiene la obligación de conservar el Parque Regional del Sureste. Este espacio forma parte de la Red Natura 2000, por lo que, insisten, debe actuar con mayor determinación y celeridad ante estos vertidos en zonas acuáticas, de importancia para la invernada y migración de algunas especies de aves. Por esta razón, solicitan la restauración inmediata del complejo lagunar de las Esperillas y, en concreto, la eliminación completa del vertido de hidrocarburos y la inmediata retirada de la laguna tóxica de aceite.