El Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) sigue sembrando inquietud en los vecinos del distrito de Moncloa. La Coordinadora de Colectivos Afectados por el PIMIC (Plan integrado de mejora de las instalaciones del CIEMAT), CCAPimic, quiere mostrar su preocupación ante la solicitud realizada por el centro de una prórroga para el desarrollo de actividades de “manipulación y almacenamiento” de materiales nucleares. De concederse esta autorización, cuya demanda fue realizada el pasado 15 de junio, “el CIEMAT podrá continuar con sus actividades habituales de manipulación y almacenamiento de materiales irradiados en la vasija de reactores nucleares comerciales”, denuncia la Coordinadora, lo que implica “el tránsito, por la red viaria de la capital de España, de materiales altamente irradiados”, provocando un riesgo “inaceptable” para la salud de los ciudadanos madrileños.
Los vecinos recuerdan que en 2004 el CIEMAT recibió y manipuló material radiactivo procedente de las centrales nucleares españolas de Ascó II y Cofrentes y de dos instalaciones europeas (Ciclotrón CV 28 Jülich de Alemania y el reactor experimental NRG de Petten, Holanda). Precisamente el alto nivel de radiación de una probeta de esta última instalación provocó en 2005 el desalojo precipitado de parte de la planta baja de uno de los edificios del CIEMAT ante el elevado riesgo para la salud de los trabajadores del centro. Según informaciones del propio centro investigador, por causa de un malentendido, la institución recibió un material con una tasa de dosis de radiación mucho mayor de la esperada. Para Miguel Yuste, portavoz de la CCAPimic, resulta “absolutamente inconcebible que este tipo de accidentes puedan llegar a producirse en un centro que se encuentra situado en una zona de alta densidad urbana”, por lo que exige el fin de la actividad de manipulación de materiales nucleares que en él se desarrolla. “No comprendemos cómo se siguen realizando trabajos de alto riesgo en el CIEMAT, con materiales que vienen incluso del extranjero, cuando se podrían realizar en las mismas centrales nucleares o en lugares que no estén poblados”, indica Yuste. Según el colectivo ciudadano más de 300.000 vecinos viven en un radio de dos o tres kilómetros alrededor del CIEMAT, en los distritos de Moncloa-Aravaca, Tetuán, Fuencarral-El Pardo y Chamberí.
Por otro lado, la Coordinadora señala que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), propuso al CIEMAT en 2002 la construcción de “laboratorios metalúrgicos debidamente blindados” para poder trabajar con materiales radiactivos con tasas de dosis que el mismo CSN consideraba “inadmisibles”.
La Coordinadora ha puesto estos hechos en conocimiento de representantes del Congreso de los Diputados así como de la Asamblea, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, solicitando que “promuevan las acciones que estimen necesarias para dar pronta y adecuada solución a la situación inaceptable de riesgo creada por la existencia en el CIEMAT de instalaciones que conllevan el tránsito, procesamiento, estudio y almacenamiento de materiales altamente irradiados, provenientes de centrales nucleares comerciales (cuya gestión es responsabilidad exclusiva de ENRESA) en el núcleo urbano de la capital de España”.
La CCAPimic está integrada por las siguientes organizaciones: Coordinadora del Barrio Municipal de Valdezarza; Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid; Confederación General del Trabajo (C.I.E.M.A.T.-Universidad Politécnica de Madrid-Depuradora de “La China”); Juventudes Comunistas; Los Verdes – Comunidad de Madrid.