La entidad vecinal ha hecho público el siguiente comunicado en el que explica las razones que le han llevado a tomar la difícil decisión de renunciar a organizar el evento:
“Como todos los años anteriores, atendiendo a los tiempos exigidos por la Administración, el pasado 10 de marzo presentamos a la Junta Municipal de Carabanchel, vía registro, la autorización del tradicional cocido y la petición de un programa de actividades complementarias. Como sucede ante cada San Isidro, el cocido aparece en el pliego de fiestas del Ayuntamiento, y, por tanto, tiene una partida presupuestada.
El 21 de marzo recibimos una notificación positiva de las peticiones realizadas. En ese acuse, la Junta de Distrito no nombra ningún cambio o indicación diferente respecto al modo de hacer de los 26 años anteriores. Esto se traducía hasta hoy en que la Asociación Vecinal, de manera voluntaria, trabajando con los comercios locales, se encargaba de conseguir el material y productos para la realización del cocido, para luego cocinarlo y repartirlo el 15 de mayo en la zona de la Pradera de San Isidro acordada por el Consistorio. Nuestra entidad ya había comenzado a preparar el cocido, contactando con los comerciantes y solicitando productos.
El pasado domingo, 8 de mayo, la Asociación Vecinal se puso en contacto con la Asociación Cultural de Industriales Feriantes Siglo XXI, que es la empresa que ha obtenido la gestión de las fiestas tras ganar el concurso del Ayuntamiento.
Para nuestra sorpresa, los empresarios nos informaron que han variado las condiciones relativas a las maneras de pago, en las que, hasta la fecha, únicamente hacíamos de intermediarios. Por primera vez en 26 años de organización del cocido, nos indicaron que teníamos que adelantar el coste del cocido, algo totalmente imposible con nuestras modestas cuentas, o que nos debía acompañar una persona de la asociación de feriantes para controlar los pagos. Esto último nos parece totalmente indigno para una organización como la nuestra, que de manera voluntaria lleva más de un cuarto de siglo no solo sosteniendo esta actividad, sino haciéndola muy económica para las arcas públicas. Hay que destacar que en dos ocasiones en las que las compras se realizaron de otra manera, el presupuesto se triplicó.
Al día siguiente, lunes 9 de mayo, nos pusimos en contacto con la Junta Municipal para abordar los cambios planteados y exponer nuestras dificultades, ya que entendemos es la Junta quien debe velar por la celebración de unas fiestas que no solo son de nuestro barrio sino de todo Madrid.
Como no puede ser de otra manera, estamos totalmente a favor de la transparencia en los procesos de gasto del dinero público, y si en ese periodo de silencio de 48 días que mantuvo con nosotros, la Junta nos hubiera ofrecido una alternativa viable y razonable en tiempos, habríamos buscado la manera de hacerlo. Pero tras la llamada de este lunes 9 de mayo, la Junta, que es nuestra institución más cercana, ni siquiera ha sido capaz de remangarse para buscar una solución y que se pueda celebrar una actividad de la importancia que creemos tiene para el barrio y para Madrid.
No queremos plantear esto contra nadie, sino hacer pública la sensación de desamparo y desconfianza que hemos sentido sobre nuestra organización y las personas que en ella participamos, como ya hemos dicho, sosteniendo esta actividad desde hace 26 años y colaborando con las fiestas desde hace 44”.