El Dolmen de Dalí ha servido de inspiración a las niñas y niños que han participado en la primera edición del concurso, en cuya organización ha colaborado la Junta Municipal del Distrito de Salamanca. El Dolmen es el conjunto monumental que el genio catalán diseñó en 1985 para adornar la plaza de Felipe II. Está compuesto por un dolmen megalítico de 13 metros de alto, una estatua de homenaje a Newton sobre un pedestal que recuerda a Gala, esposa del pintor, y una serie de elementos en el suelo. Quiso Dalí plasmar, señala J.A. Aguilera, miembro de la A.V. Barrio de Goya “el drama de la evolución humana, el largo e incesante desarrollo físico, mental y sensorial que vivimos como especie y que nos une al resto de miembros de la cadena evolutiva”. El Dolmen es la última creación plástica del genio del Ampurdán, y su única acción específicamente urbanística en todo el mundo. Es, por tanto, una obra de arte sin parangón que ha servido de inspiración a las niñas y niños del barrio de Goya, que disfrutan diariamente de un espacio que ha sido modificado sustancialmente en los últimos tres años (el enlosado, la iluminación, la esfera exterior o la altura del conjunto…).
El jurado, compuesto por miembros de la asociación de vecinos, José Fernández, gerente de la Junta Municipal de Salamanca, Juan Teodoro Vidal, director del Museo de la Casa de la Moneda, miembros de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y Fernando Barredo, director del círculo de Bellas artes de Toledo lo tuvieron difícil para elegir los dibujos ganadores entre los 108 participantes. Algunos de ellos se exhiben ya en el Museo de la Casa de la Moneda, uno de los mejores del mundo en su género.
El concurso fue ideado, no sólo como una actividad cultural, sino como un ejercicio de dinamización social y ciudadana en un barrio, el de Goya, “que ha sido hasta la fecha refractario al asociacionismo vecinal y la actividad social en la calle. Hoy estamos contribuyendo a crear tejido social. Un vistazo a los patrocinadores permitirá ver juntos a grandes instituciones del estado con pequeños comercios, a grandes centros comerciales y corredurías de seguros, a multinacionales y tiendas de artesanía. Todo eso, y más, es este barrio, que puede y debe mantener su idiosincrasia y abrir las puertas del futuro, también en lo que a su dinámica interna se refiere”.