La Plataforma 10 Minutos es un movimiento reivindicativo para la recuperación de las condiciones de calidad asistencial y dignidad profesional de la Atención Primaria con la que colabora estrechamente la Comisión de Sanidad de la FRAVM y que recoge las expectativas de la mejora que los médicos precisan para llevar a cabo su trabajo con la dignidad, calidad y eficacia que una labor tan delicada exige.
Aunque son varios los motivos que han provocado la preocupante situación del colectivo profesional de Atención Primaria, analizados e identificados de manera reiterada desde el Informe Abril, podrían resumirse en uno: la pérdida de capacidad de decisión del profesional de la Atención Primaria, que produce desmotivación y, en consecuencia, degradación asistencial, así como lo que se ha dado en llamar el síndrome burn out.
Es evidente que la Atención Primaria se ha especializado, asume cada vez más patologías ambulatorizadas de los hospitales y que atiende a un número cada vez mayor de colectivos. Sin embargo, su adecuación en recursos y condiciones no corre parejo al desarrollo alcanzado: se exige cada vez más con cada vez menos, y no sólo recursos, sino en capacidad de decisión, organización y planificación en el entorno de los equipos.
El modelo de desarrollo de la reforma de la Atención Primaria, valioso en su momento por la participación activa de miles de profesionales, precisa de una reforma real y cercana, centrada en una clave: la participación en la decisión. Porque no es posible mejorar el sistema sin la participación activa de aquéllos que se encargan del 100% de la tarea asistencial y sin que éstos puedan reordenar, modificar, reorientar su entorno de acuerdo a las necesidades de la población.
Se precisa tiempo. Tiempo para la asistencia, tiempo para la investigación, tiempo para la innovación. Los centros se ahogan en su propia actividad, sin capacidad de respuesta para modificar una realidad insatisfactoria que los profesionales conocen mejor que nadie.
En pleno tercer milenio persisten las absurdas limitaciones en el acceso a medios diagnósticos y terapéuticos con inaccesibilidad a la gestión de listas de espera propias e imposibilidad de dirigir los pacientes a servicios menos congestionados. Persisten las mediciones parciales y perversas de la actividad sanitaria, obviando la medición del total y por resultados. La imposibilidad de negociar condiciones de contratos programas que están más cercanos a un juego que a la realidad. La limitación inexplicable a los gerentes de la Atención Primaria, a los que se incapacita para la visión global y se les asfixia con la gestión de los escasos dineros del gasto corriente. Los incentivos perversos, mejor para los peores resultados ( mayores gastos) e inexistentes para los mejores. La imposibilidad de reversión de ahorros en “especie”, como personal administrativo, medios diagnósticos, sistemas informáticos, profesionales (épocas epidémicas…). La anulación progresiva de las capacidades de ordenación, gestión y dirección del Jefe de Servicio de los EAP ( coordinador, director….). La obligación de uso de malos sistemas informáticos para el profesional y el paciente que responden a criterios no sanitarios. Incluso se puede observar, aún en nuestros días, comportamientos despóticos de mandos, poco relacionados con las necesidades de salud o de los centros, por la necedad de los objetivos planteados, etc. La imposibilidad real de negociación bidireccional de los gerentes y centros de Atención Primaria. La terrible rigidez de las plantillas, de los recursos, dando lo mismo 1600 que 2500 pacientes, o 15 que 30.000 ingresos y egresos hospitalarios, con duplicaciones en muchas áreas sanitarias en un período de 6-7 años, acompañadas de incrementos en recursos hospitalarios y de congelación de plantillas de atención primaria. Igual consideración a centros que abren 8 que 12 horas. Absurdas consideraciones de homogeneidad, sin la misma demanda en jornadas de mañana y de tarde, en jornadas partidas, continuadas y deslizantes, urgencias o domicilios. Y todo esto frente al tratamiento más exquisito, modular y específico de hospitales con unidades para el dolor, escuelas de espalda, atención domiciliaria, unidades de paliativos, etc. Por otra parte, desde las diferentes parcelas de responsabilidad sanitaria entienden que todos deberían alcanzar niveles cada vez más altos de excelencia, concibiendo mejores modos de hacer las cosas y mayor capacidad de resolución. Hoy los profesionales comienzan a saber de las consecuencias de la limitación de la participación del profesional como motor del sistema. Las preguntas están en el aire: ¿Puede aguantar el SNS sin el liderazgo de los profesionales sanitarios? ¿Va a resignarse el SNS a ser mero notario de su deterioro?¿No está clara la necesidad de liderazgo del profesional de la Atención Primaria dentro del SNS?
Tiempo de acciones Esta muestra es un resumen de problemas y de un extenso abanico de contradicciones y perversiones de la realidad que muestra una progresiva tendencia a anular la capacidad de decisión, de participación y de ordenación del profesional de Atención Primaria, todo lo cual ofrece una sintomatología mas propia de una contrarreforma no explícita de la Atención Primaria que de un proceso de cambio y de adaptación constante a la realidad socio sanitaria. Es el tiempo de las acciones, no de los análisis, por conocidos y repetidos. Por eso, tanto la FRAVM como las asociaciones de vecinos, conscientes de que somos precisamente los vecinos, en calidad de usuarios de la sanidad pública, los principales afectados por esta situación, apoyamos y secundamos los actos reivindicativos que, desde hace meses, están llevando a cabo. Después de varias concentraciones que obtuvieron un notable éxito de convocatoria, la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública y la FRAVM invitan a todos los vecinos a secundar una concentración que tendrá lugar en los Centros de Salud para reivindicar un incremento de los presupuestos destinados a la Atención Primaria y mejoras en las condiciones laborales de los profesionales. La cita, al igual que en las otras convocatorias, es en la puerta de tu Centro de Salud, apoyando a los médicos que, durante 10 minutos, se concentrarán en la puerta para dar lectura a un comunicado en el que desgranarán sus principales reivindicaciones.
PETICIONES BÁSICAS PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD Y DIGNIDAD DE LA ATENCIÓN PRIMARIA
1. Aumentar los presupuestos destinados a la Atención Primaria:En los últimos años, los presupuestos destinados a la Atención Primaria no han hecho más que bajar. Según la OCDE, España es de los países que menos dedica a la sanidad pública y esto es especialmente notorio en la Atención Primaria.2. Conseguir las condiciones necesarias para poder implantar una agenda equilibrada de trabajo que permita dedicar un tiempo suficiente de la jornada laboral para tareas como la formación, docencia, investigación, organización interna, coordinación con otros niveles asistenciales, trabajo en la comunidad… y que permita, asimismo, disponer de un tiempo suficiente para cada visita con promedios entorno a los 10 minutos.3. Racionalizar los contratos con programas actuales para que se evalúe toda la actividad profesional, integrando los objetivos de calidad, efectividad y cobertura y no sólo el simple ahorro económico, con el objetivo de adecuar la oferta de servicios a las necesidades de salud de la población.4. Aumentar la capacidad resolutiva del profesional dotándole de una amplia capacidad de decisión en la organización, con fácil acceso a pruebas diagnósticas y actualizando la normativa vigente que actualice y minimice la burocracia. 5. Supresión de contratos basura (refuerzo, atención continuada, acumulación de tareas…) y dignificación de los contratos/nombramientos del personal eventual de acuerdo a la cualificación y responsabilidad de los profesionales que desempeñen estas funciones.