La marcha del sábado es fruto del hartazgo de la población, que lleva meses asistiendo a un deterioro alarmante de la calidad asistencial en la Atención Primaria. No en vano, la impulsaron más de 60 entidades de la ciudad, entre las que se encuentran la práctica totalidad de asociaciones vecinales, AMPAs, sindicatos, colectivos culturales, agrupaciones de mujeres, ONG, asociaciones de pensionistas y partidos políticos de izquierda. En la marea de manifestantes se pudo ver a diputados, concejales y otros representantes de Podemos, IU, Más Madrid y PSOE, además del propio alcalde, Jesús Ayala, que se dirigió a los manifestantes al término de la marcha.
Pero, más allá de las figuras políticas, el protagonismo fue de la ciudadanía, de las miles de personas que desfilaron para pedir la reapertura de todos los centros de salud de la localidad y la recuperación de sus plantillas, muy mermadas en los últimos meses. Recordemos que el consultorio médico de Parque Miraflores se encuentra nuevamente cerrado después de permanecer abierto tan solo 40 días y que el resto de centros de salud acusan un déficit cada vez mayor de médicos de familia, enfermeras y pediatras. Detrás de una pancarta con el lema “Con nuestra salud no se negocia”, las y los manifestantes recordaron también que el SUAP que se encuentra alojado en el Centro de Especialidades de El Arroyo lleva cerrado desde marzo de 2020.
Los días previos a la manifestación, la Coordinadora Local de Asociaciones Vecinales (CLAVES), uno de los grupos impulsores, se volcó en su difusión con mesas informativas en la calle y el reparto de octavillas y carteles, acciones que, sin duda, contribuyeron al éxito de la movilización.