Siete meses después de la eclosión de la pandemia de la Covid-19, el Gobierno regional continúa su estrategia de política espectáculo, propaganda y grandes fastos, que combina con altas dosis de improvisación e incertidumbre. Primero fueron los aviones cargados de material de protección procedentes de China, luego el hospital de campaña del IFEMA, y más adelante la compra de dos millones de test de antígenos. Y ahora, el gran hospital de Emergencias Isabel Zendal que, levantado en solo cinco meses, se abrirá en los próximos días con capacidad para más de 1.000 camas. Ni la presidenta Isabel Díaz Ayuso ni su consejero de Sanidad han aclarado aún de dónde exactamente van a salir los médicos, enfermeras, auxiliares y técnicos que lo pondrán en marcha, pero la instantánea del nuevo hito ya está hecha. Otra imagen espectacular que esconde la precaria situación en la que se encuentra nuestra sanidad pública desde hace años, y que en los últimos meses se ha tornado límite.
¿Cómo es posible que nuestros hospitales acumulen más de 3.000 camas cerradas desde el año 2010 pero la Comunidad de Madrid decida destinar más de 50 millones de euros en un nuevo centro hospitalario? ¿Cómo es posible que lo piense abrir, además, sin contratar nuevo personal, detrayendo recursos de los centros hoy en funcionamiento? Se trata de un absoluto despropósito que generará una consecuencia directa: una caída (aún mayor) de la atención hospitalaria de patologías no Covid-19 y un incremento exponencial de las listas de espera quirúrgica y de especialidades. Aunque Enrique Ruiz Escudero ha indicado que el personal del hospital de Valdebebas no se cubrirá con profesionales de Atención Primaria sino con voluntarios de otros hospitales de la región, no nos fiamos. No olvidamos que a finales de marzo la Comunidad de Madrid tuvo que clausurar 54 centros de salud y consultorios médicos de la región para poner en funcionamiento el hospital de campaña del IFEMA y muchos de ellos tardaron meses en volver a abrir sus puertas. Por el mismo motivo, a día de hoy la mayoría de Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) de la región siguen cerrados y algunos establecimientos, como el consultorio de La Poveda (Arganda) reabrieron hace solo tres semanas, y lo hizo con menos personal y un horario reducido.
Si el gran hospital de Valdebebas se pone en marcha con el personal de otros hospitales de nuestra red pública, ¿dónde está el avance? ¿qué ganamos? La ciudadanía poco, la verdad. Las que sí ganan, de eso no cabe duda, son Sacyr, Dragados, San José, Ferrovial y las otras diez empresas a las que la Consejería de Sanidad asignó, a dedo (por la vía de contratos de emergencia), la ejecución de la obra. Una vez más, la política del ladrillo se impone a aquella que apuesta por mejorar la calidad y cobertura asistencial ampliando y fidelizando las plantillas de profesionales. No es algo nuevo. Tanto este como los gobiernos regionales de los últimos años han considerado al personal sanitario como un gasto molesto, nunca como una inversión.
Con todo lo anterior, la FRAVM, que agrupa a casi 300 colectivos, vuelve a demandar la contratación de más profesionales en Atención Primaria y Hospitalaria, a la vez que rechaza de plano que el hospital Isabel Zendal se nutra con personal de los actuales hospitales, centros de salud y de especialidades. De hecho, pide poner fin a la movilidad de los profesionales que, gracias a los decretos aprobados en esta pandemia, hoy pueden ser trasladados en cualquier momento y a cualquier lugar si así lo deciden las autoridades sanitarias. Esta circunstancia está generando el deterioro e incluso la desaparición de servicios como los citados SUAP, esenciales en muchas localidades.
Según CCOO, todavía faltan por contratar 3.000 profesionales de los 10.000 que Ayuso anunció que iba a reclutar el pasado mes de mayo. Pero no solo es necesario más personal. Este debe trabajar en condiciones dignas. De otra manera, y esto llevamos años sufriéndolo en Madrid, las y los sanitarios emigran hacia lugares donde se les trate y considere mejor.
Nuevas movilizaciones
Por todos estos motivos, la FRAVM y las asociaciones vecinales llevan cinco jueves seguidos organizando protestas ante numerosos los centros de salud de la región. Mañana volverán a sacar su enfado a la calle, y a pedir, en más de una veintena concentraciones (ver listado al final de esta nota) un claro refuerzo de la Atención Primaria y la contratación de más rastreadores y técnicos para controlar la pandemia.
Las medidas de restricción de movilidad contribuyen a aplanar la curva, pero son absolutamente insuficientes si aspiramos no solo a doblarla sino a mantenerla bajo control. Pero ¿cómo vamos a hacerlo si desconocemos dónde y cómo nos contagiamos? La limitación de los test PCR a las personas convivientes con un positivo supone, en este sentido, un claro paso atrás que debería ser rectificado cuanto antes. Los datos de contagios, ingresos hospitalarios y muertes de los últimos días no admiten demoras.
Por otro lado, la FRAVM vuelve a rechazar, por injustos y poco útiles, los confinamientos selectivos de barrios y a demandar, como alternativa, el cierre perimetral de los municipios más afectados por la Covid-19. Además, reclama la reapertura de los parques infantiles de las áreas básicas de salud clausuradas, una medida perjudicial para niños, niñas y familias y que carece de justificación científica.
La federación vecinal demanda, tanto al Gobierno autonómico como al Gobierno central, responsabilidad y altura de miras ante la actual crisis, así como actuaciones sensatas, consensuadas, coordinadas y programadas con tiempo. La ciudadanía está harta de tanto enfrentamiento estéril entre administraciones y de órdenes y contraórdenes que cambian cada semana. El Ejecutivo de Pedro Sánchez no puede arrojar en las comunidades autónomas toda la responsabilidad de la gestión de la pandemia. Es necesario que adopte un papel más activo, movilizando todos sus recursos materiales, humanos y normativos en reforzar y blindar nuestro sistema público de salud, el único que es capaz de protegernos ante una crisis sanitaria como la que vivimos. En este sentido, recordamos una vieja demanda del movimiento en defensa de la sanidad pública, la derogación de la Ley 15/1997, de 25 de abril, sobre habilitación de nuevas formas de gestión del Sistema Nacional de Salud, norma que abrió la puerta a la privatización sanitaria.
En una asamblea temática sobre sanidad celebrada el pasado viernes, las asociaciones vecinales de la FRAVM decidieron continuar adelante con sus movilizaciones, que organizarán respetando en todo momento las normas sanitarias. Junto a las concentraciones descentralizadas de los jueves, que en algunos lugares se celebrarán otros días de la semana y con una periodicidad mayor, la FRAVM acordó la realización de una acción simbólica al mes de carácter unitario. La próxima tendrá lugar el domingo 15 de noviembre.
Relación de centros de salud en los que se organizarán actos de protesta el jueves 29 de octubre
MADRID
Arganzuela
CS Pirámides. 19:00.
Carabanchel
CS Guayaba. 18:00.
CS Carabanchel Alto. 18:00.
CS Abrantes. 18:30
CS Fátima. 19:00
Centro
CS Alameda. 19:30.
Chamartín
CS Prosperidad. 19:00.
CS Santa Hortensia. 19:00.
CS Ciudad Jardín. 19:00.
Hortaleza
CS Virgen del Cortijo. 19:00.
Latina
CS Los Yébenes. 19:00.
CS Puerta del Ángel. 19:00
CS Maqueda. 19:00
Moncloa-Aravaca
CS Isla de Oza. 19:00.
Puente de Vallecas
CS Ángela Uriarte. 19:00.
Retiro
CS Adelfas
Usera
CS San Fermín. 18:00.
CS Calesas. 19:00.
CS Orcasitas. 19:00.
CS Almendrales. 18:00.
CS Orcasur. 19:00.
CS Joaquín Rodrigo. 19:00.
SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES
CS Reyes Católicos. 18:00
GETAFE
CS Perales del Río-Getafe