Representantes de las asociaciones vecinales de Villaverde y de la FRAVM han acudido esta mañana a la presentación del proyecto de la conversión de la antigua fábrica de ascensores Boetticher y Navarro en la que ya se conoce como la Catedral de las Nuevas Tecnologías.
La presentación del proyecto de una de las actuaciones más ambiciosas del Plan Especial de Inversiones de Villaverde ha corrido a cargo del alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, que ha invitado al acto al ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián. No en vano, será el Ejecutivo central el que, a través del Plan Avanza, financie 24 de los 34 millones de euros que costará un proyecto que contempla la construcción de un Centro de Expresión e Innovación de Nuevas Tecnologías, una versión on line del proyecto la Catedral de las Nuevas Tecnologías y un Centro de Referencia a nivel nacional en tecnologías de Software Libre.
Sus vecinas y vecinos recuerdan que la fábrica de ascensores Boetticher y Navarro fue una de las primeras en cerrar sus puertas y dejar a sus miles de empleados en el paro. Mª Prado de la Mata, presidenta de la AV San Cristóbal de los Ángeles, apunta que ‘era, además, una industria emblemática porque contaba en sus instalaciones con una escuela de formación a la que acudían muchos de nuestros jóvenes’.
La clausura de la empresa sumió al imponente edificio que albergaba su sede en un estado de abandono que no hizo sino empeorar con los años. ‘Al entonces alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, además, no se le ocurrió otra cosa que realojar en sus precarias instalaciones a las personas que vivían bajo el puente de Méndez Álvaro, una zona que en aquel momento interesaba revalorizar’.
‘Por todo ello -continúa- las entidades que formábamos parte del Movimiento por la Dignidad del Sur comenzamos exigir a partir de 1993 que se destinaran las naves de Torroja para un centro de innovación tecnológica que devolviera al distrito la actividad industrial que en un tiempo tuvo. El Plan 18.000 de Usera y Villaverde que el entonces presidente de la Comunidad de Madrid firmó con la FRAVM ya contemplaba la inversión de 100 millones para empezar a redactar el proyecto. El proceso quedó estancado. Ahora, más de diez años después, vemos por fin poner la primera piedra de un proyecto que, esperamos, se construya cumpliendo los plazos establecidos y dignifique las condiciones del entorno , iluminando, por ejemplo, un tramo de la carretera entre San Cristóbal y Villaverde que está sumida en la oscuridad’, remata’.