La celebración, el pasado 28 de junio, del Día del Orgullo LGTB dejó en las calles del centro de Madrid decenas de toneladas de basura. Apenas un mes después, miles de personas volvían a ocupar la almendra central con ocasión de la celebración de la victoria de la selección española de fútbol en el Mundial de Suráfrica dejando una huella de más de 95 toneladas de residuos.
A pesar de que en ambas ocasiones el Ayuntamiento de Madrid desplegó dispositivos especiales integrados por efectivos de limpieza viaria, del Servicio de Limpieza Urgente (SELUR) y de los trabajadores de Parques y Jardines “no remataron bien la limpieza de las calles”, asegura Isabel Rodríguez, presidenta de la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (ACIBU). Además, asegura, “se nota que el Ayuntamiento no está cubriendo las bajas de los trabajadores que se van de vacaciones. Las bolsas de basura se acumulan en las esquinas. En la calle Andrés Borrego, por ejemplo, han pasado hasta 13 días sin que hayan sido retiradas. Además, hay un persistente olor a orín que resulta insoportable los días más calurosos”.
La asociación denunció esta situación ante el Ayuntamiento de Madrid en una reunión que representantes vecinales mantuvieron con la directora general de Gestión Ambiental Urbana del Consistorio, Fátima Núñez a principios de julio. “Nos pidieron -relata Rodríguez- una relación de los puntos en los que se debería reforzar el servicio y así lo hicimos, pero no lo han debido recibir porque ni nos han respondido ni el servicio ha mejorado lo más mínimo”, denuncia.