El 70% de las vecinas y vecinos del madrileño barrio de la Alameda de Osuna sufre los efectos del tráfico aéreo de Barajas, según un estudio de la Escuela Superior de Arquitectura realizado por encargo del Ayuntamiento de Madrid. A pesar de ello, no todas las viviendas afectadas por el ruido han sido insonorizadas por AENA. Algunas, como las situadas en los números impares de las calles Bergantín, Corbeta y Avenida de Cantabria están situadas fuera de la huella de ruidodel aeropuerto y, por tanto, no son beneficiarias de estas medidas. Todo ello no tendría nada de extraño si no fuera por el hecho de que AENA ha insonorizado las viviendas de los números pares, situadas a apenas seis metros de distancia, con puertas y ventanas de PVC y Climalit.
En marzo de 2009, los ‘nones’, como se hacen llamar los vecinos de los números impares, presentaron un recurso de alzada en la Secretaría de Estado de Infraestructura y Transportes solicitando ser incluidos en el plan de aislamiento acústico de la ampliación del aeropuerto de Barajas toda vez que soportan ruidos de hasta 65 decibelios entre las 7.00 y las 23.00, el límite máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Apenas seis meses después y sin que la nueva huella sonora que el Consejo de Ministro ordenó elaborar el 18 de septiembre de 2007 haya sido presentada por AENA, la Secretaria de Estado Infraestructuras y Transportes está cursando notificaciones en las que resuelve inadmitir a trámite los recusos presentados.
Esta mañana, la FRAVM ha pedido al Ayuntamiento de Madrid que, en calidad de representante de los vecinos afectados en la Comisión de Seguimiento Ambiental de las Atuaciones de Ampliación del Sistema Aeroportuario de Madrid (CSAM), reclame la actualización de la huella de impacto acústico del aeropuerto para adecuarla a los datos reales de ruido, en cumplimiento del acuerdo del Consejo de Ministros para poner fin a este tipo de injusticias.