Las economías familiares se enfrentan a los enésimos tarifazos

Desde hoy, deberemos pagar un 1,5% más por el consumo eléctrico y un 5,7% más por el gas natural y las bombonas de butano. Sumados a los incrementos aprobados el pasado mes de enero, en 2011 pagamos por estos servicios un 11,3% y un 9,7% más, respectivamente. La FRAVM pide al Ministerio de Industria que controle las tarifas de los servicios básicos y que aplique criterios de progresividad basados en la capacidad adquisitiva y el consumo. Insiste, asimismo, en la necesidad de que abra espacios de diálogo con las organizaciones sociales para emprender un diseño racional y sostenible del mercado energético.

Las economías familiares se enfrentan a los enésimos tarifazos
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La tarifa eléctrica de último recurso (TUR), a la que están acogidos unos 20 millones de hogares, subirá un 1,5 % de media a partir de hoy. Este incremento, que se suma al del 9,8 % aprobado el pasado mes de enero, no es el único: el precio de la bombona de butano y el gas natural para uso doméstico se encarece un 5,7% en la segunda actualización aprobada en 2011, ya que en enero los más de seis millones de usuarios de tarifas reguladas de gas natural tuvieron que hacer frente a un incremento del 4%.

El anuncio del nuevo encarecimiento de estos servicios básicos se produjo el mismo día en que el Instituto Nacional de Estadística informaba de que la inflación de junio quedaba en un 3,2%, tres décimas menos que el mes anterior, dando continuidad a su proceso de moderación.

La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) recuerda que a principios de junio, el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián reconocía que el Gobierno ya exigió “un esfuerzo muy importante a los ciudadanos en enero” y anunciaba su intención de “no volver a tocar la luz este año” salvo que la situación fuera “muy, muy, muy negativa”.

La federación vecinal madrileña considera que las dos nuevas actualizaciones, que suman un incremento del 5,7%, constituyen un nuevo ataque del Gobierno a las economías domésticas y reclama, una vez más, que controle el establecimiento de las tarifas evitando fijarlas exclusivamente en función del coste de la energía e incorporando criterios de progresividad basados en la capacidad adquisitiva y en el consumo de los usuarios.

La FRAVM insiste, asimismo, en la necesidad de que el Ministerio de Industria abra un espacio de diálogo con las organizaciones sociales y ciudadanas para emprender un diseño racional del consumo y la producción eléctrica a fin de facilitar otros objetivos económicos estratégicos, como la creación de puestos de trabajo, la innovación tecnológica y la promoción de un consumo responsable y sostenible de la energía.

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