Consideramos una auténtica burla que se nos convoque para informarnos de una propuesta, Madrid Nuevo Norte (MNN), que, atada y bien atada, ya fue presentada el 27 de julio con pompa y boato en el Palacio de Cibeles. El Consistorio no nos invitó entonces, pero sí lo hace ahora ¿Con qué objeto, si todos los parámetros y condiciones de la operación urbanística se han gestado y, al parecer, ya decidido, en lugares ajenos a los focos y al margen de la ciudadanía?
Hasta la fecha hemos acudido a todas las reuniones de la Mesa Madrid Nuevo Norte, pero hoy esto carece de sentido, máxime cuando el Ayuntamiento ni siquiera ha tenido la deferencia de proporcionarnos previamente a la reunión la documentación técnica del proyecto.
Esta mesa culmina el proceso vivido desde finales de 2016, cuando se inicia entre el ayuntamiento y DCN (BBVA y constructora San José) la gestión de la propuesta MNN a espaldas de la sociedad, no solo del municipio madrileño, sino también de los municipios próximos del norte metropolitano, la cual altera muy negativamente el modelo que se había venido discutiendo y consensuando hasta aquella fecha con los agentes sociales.
En este marco, en aras de una mayor transparencia y desde la defensa del interés general, ante la negativa de ADIF de hacer pública la documentación y antecedentes de este caso, hemos presentado diversas quejas al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno. Resulta injustificable que acuerdos como el de adjudicación de la concesión (1994), y el de su posterior adecuación (1997), por citar dos ejemplos de documentos legalmente vinculantes, se intenten sustraer al escrutinio público.
Hay que subrayar que Fomento y ADIF se han negado reiteradamente a suministrar la información sobre esta operación incluso al propio Ayuntamiento de Madrid, alimentando así las sospechas de que se ha incurrido en irregularidades a lo largo de los 25 años de concesión de los derechos urbanísticos. Una actitud oscurantista que confiábamos sería modificada radicalmente por el nuevo gobierno del Estado.
Las asociaciones citadas creemos que las administraciones públicas, propietarias de la mayor parte de los terrenos afectados, deben reconsiderar la ordenación de esta pieza estratégica de la ciudad, abriéndose a la participación ciudadana efectiva para resolver las necesidades dotacionales y funcionales del entorno, para crear una oferta de vivienda social de alquiler y empleo de calidad, y para evitar los graves y negativos impactos ambientales y territoriales que sin duda se derivarían de la propuesta Madrid Nuevo Norte.
En definitiva, reclamamos al Ayuntamiento de Madrid y al Ministerio de Fomento que reinicien un proceso participativo real, renunciando a la tramitación de la propuesta MNN, y haciendo pública toda la documentación del caso.
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