A medida que las aceras, calles y plazas de algunos barrios de la capital se llenan de terrazas y estas adoptan estructuras fijas y se pueblan de elementos, crece el malestar entre las vecinas y vecinos residentes. Gracias a la permisividad del Ayuntamiento de Madrid, cuando no a su apoyo explícito, muchos hosteleros se están apropiando del espacio público de manera casi gratuita, reduciendo al máximo el espacio del peatón y generando problemas de movilidad, exceso de ruido, suciedad e inseguridad en numerosas zonas de distritos como Chamberí, Retiro, Centro, Salamanca y Arganzuela.
Ante este problema, que lleva meses deteriorando la convivencia y la calidad de vida de esos lugares, las asociaciones vecinales continúan su lucha en defensa de los intereses de la vecindad residente, con todos los frentes abiertos. Tras la presentación, el pasado viernes, de un recurso contencioso administrativo contra la inacción del Ayuntamiento de Madrid ante las denuncias por exceso de ruido procedente de terrazas y locales de ocio de Chamberí, la Asociación Vecinal El Organillo ha convocado a las y los habitantes de este distrito a una nueva marcha y cacerolada “en protesta contra el descontrol de las terrazas en nuestras calles y exigir su retirada”. El acto comenzará a las 19:00 en la Glorieta de Quevedo y transcurrirá por las calles Bravo Murillo, Fernández de los Ríos e Hilarión Eslava. Es la tercera vez en el último mes que la entidad organiza una cacerolada por este motivo. Las anteriores tuvieron lugar en la Plaza de Olavide y en la calle Ponzano, una de las más conflictivas de Madrid por concentración de terrazas. 
Durante el acto, El Organillo recordará medidas que lleva meses reclamando al Ayuntamiento, como la retirada de todas las terrazas autorizadas extraordinariamente en la calzada y en la acera en el marco de la pandemia de la Covid-19, la limitación de la actividad de los veladores al horario diurno (es decir, hasta las 23:00), la reducción del número y tamaño de las terrazas existentes, la declaración de Chamberí como Zona de Protección Acústica Especial y un control e inspección exhaustivos de “todas las actividades de ocio nocturno generadoras de ruido del barrio de Chamberí”.
Estas sugerencias aparecen en una reclamación al Ayuntamiento realizada el pasado 21 de octubre por la entidad vecinal por contaminación acústica de terrazas cuya falta de respuesta ha dado origen al contencioso judicial. El silencio del Gobierno local es recurrente. El escrito registrado en el Juzgado Decano de lo Contencioso Administrativo deja claro que el número de denuncias y reclamaciones presentadas en los últimos diez años “es innumerable y, sin embargo, el Consistorio no ha querido o sabido reconducir la situación de extrema contaminación acústica a parámetros tolerables”.
Por su parte, la Asociación Vecinal de Retiro Norte, muy activa en los últimos meses en la denuncia de las molestias y problemas generados por la acumulación de terrazas covid en el barrio de Ibiza, organiza una nueva manifestación un día después de la de Chamberí, el viernes 26 de noviembre. La protesta comenzará a las 18:30 en el número 42 de la calle Narváez, a la altura de los Cines Renoir. En Ibiza el espacio ocupado por terrazas ha crecido más de un 40% en los dos últimos años, y lo ha hecho, esencialmente, en detrimento del espacio público y de paso y disfrute del peatón. Como sucede en Chamberí, la inacción del Ayuntamiento ante los abusos es notoria. Los vecinos y vecinas llevan meses denunciando infracciones sin que ninguna terraza haya sido multada o clausurada, a tenor de la asociación vecinal.
Concentración durante el pleno de Cibeles
La tercera movilización en la calle por el problema de las terrazas tendrá lugar el martes 30 de noviembre ante el Ayuntamiento de Madrid. La FRAVM, ha convocado a representes de colectivos vecinales de los barrios más afectados a una concentración que comenzará a las 9:00 en la entrada del Palacio de la Cibeles situada en la calle Montalbán. El acto coincidirá con el inicio del pleno ordinario del Consistorio.
Por otro lado, tanto la FRAVM como estos colectivos ultiman en estos momentos sus escritos de alegaciones a la nueva Ordenanza de Terrazas, documentos que registrarán en los próximos días. Paralelamente, responsables de la Federación Vecinal participan en las sesiones de la mesa sobre la ordenanza que el Ayuntamiento puso en marcha hace unos días con el propósito de que las demandas de las asociaciones vecinales sean incluidas en la nueva norma.
