Las asociaciones vecinales de los barrios afectados por los rodajes cinematográficos acercan posturas con los profesionales del sector

Aunque se siga oyendo eso de “Silencio se rueda” por las calles del Barrio de Las Letras, Sol, La Latina o Lavapiés, los vecinos y vecinas verán reducidas las incomodidades que acarrean las producciones gracias al diálogo que han iniciado las asociaciones vecinales con los profesionales del sector.

Las asociaciones vecinales de los barrios afectados por los rodajes cinematográficos acercan posturas con los profesionales del sector
Rodaje en el centro de Madrid, mayo de 2022

Las asociaciones vecinales Sol y Barrio de Las Letras, La Corrala de Lavapiés y Cavas-La Latina se reunieron ayer con la Asociación de Localizadores Profesionales con el objetivo de minimizar los efectos negativos que conllevan los rodajes en las calles de sus barrios.

La buena voluntad para llegar a acuerdos fue la tónica de una primera reunión de contacto en la que las personas representantes del sector audiovisual mostraron una actitud receptiva para hacer que su trabajo provoque el menor número de molestias en la vida de la vecindad.

Una de las mayores preocupaciones de las asociaciones vecinales es la invasión del gran número de vehículos que arrastran las grabaciones, lo que implica acaparar las plazas de aparcamiento. Un trastorno que podría eliminarse ofreciendo a las vecinas y vecinos bonos de aparcamiento en los parkings de la zona mientras dure la “ocupación”.

A pesar de que las asociaciones vecinales pidieron la implicación del Área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, esta no ha participado en el inicio de este proceso y, como afirma Víctor Rey, presidente de la Asociación Vecinal de Sol y Barrio de Las Letras, “ni está, ni se le espera”.

Beneficios para ambas partes

Los representantes de las asociaciones profesionales fueron muy receptivos y sensibles a las molestias que conlleva su trabajo y valoraron muy positivamente la propuesta de contactar con las asociaciones vecinales antes de empezar las producciones. Escuchar las sugerencias de quienes conocen de verdad la rutina de la vida en las calles de los barrios puede minimizar el impacto y lograr beneficios para ambas partes.

Y es que un rodaje en el barrio no tiene por qué suponer solamente molestias y complicaciones. Esta actividad puede ser muy positiva ya que los negocios locales pueden ofrecer servicios como el catering o la cesión de espacios.

La Asociación de Localizadores Profesionales está trabajando además en un catálogo de Buenas Prácticas para el que se tendrán muy en cuenta las sugerencias de las asociaciones vecinales.

El diálogo no ha hecho más que empezar ya que ambas partes se han emplazado a próximas reuniones. El encuentro de ayer se produjo después de que los colectivos de barrio protestaran el pasado 12 de mayo en una concentración en la calle Santa Isabel, como consecuencia del malestar provocado por una sucesión de rodajes en las últimas semanas.

 

 

 

 

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