El anuncio, en septiembre de 2002, de que el Ayuntamiento de Madridiba a ejecutar un proyecto de remodelación de la plaza de Dalí encendió todas las alarmas toda vez que suponía la destrucción de esta magnífica creación de Salvador Dalí, su última gran obra y la única de estas características en todo el mundo.
Desde entonces, la AV Barrio de Goya no ha cejado en su empeño por conservar el legado del artista. El 10 de mayo de 2007 una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que declaraba El Dolmen de Dalí como ‘bien inmueble’ les daba la razón. El Ejecutivo regional y el Ayuntamiento de la capital presentaron un recurso contra la decisión del alto tribunal que obtuvo ayer una contundente respuesta del Tribunal Supremo que, amén de avalar la consideración de la plaza como ‘bien inmueble’, condena a los recurrentes a pagar los 3.000 euros de las costas del proceso judicial.
‘La declaración definitiva de El Dolmen de Dalí como bien inmueble -anuncian orgullosos los miembros de la AV Barrio de Goya- tiene dos implicaciones decisivas: el conjunto monumental no puede ser trasladado, ya que se considera unido al terreno, y la Comunidad de Madrid debe definir un entorno de protección asociado a él, que también estará protegido. Este entorno de protección -añaden- es, sin duda alguna, el enlosado que acompañaba a la obra original, que fue desmontado por el Ayuntamiento de Madrid en las obras de remodelación de la zona y que ahora deberá ser repuesto ya que, sin él, El Dolmen de Dalí pierde gran parte de su sentido artístico y significativo. El Dolmen, tal y como está actualmente, va contra la voluntad creativa de Salvador Dalí’, sentencian.
La asociación, cuyos miembros forman parte a su vez de la Plataforma Ciudadana en Defensa del Dolmen de Dalí, anuncia que van a exigir el inmediato cumplimiento de la sentencia haciendo especial hincapié en la necesidad de que el Ejecutivo autonómico defina el entorno a proteger.
Las vecinas y vecinos de la Plataforma se congratulan de que las administraciones no hayan ganado el recurso toda vez que ello se hubiera traducido en el traslado del Dolmen ‘fuera de la ubicación que decidieron Salvador Dalí y Enrique Tierno Galván’. Además, subrayan, ‘habrían conseguido que la Plaza de Dalí quedara ‘descontextualizada, mutilada’, ‘rodeada por un diseño agresivo y depredador de los conceptos dalinianos’.
Los miembros de la Plataforma advierten a los responsables políticos de las administraciones local y regional, en especial a la concejala de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Alicia Moreno, que no les ha recibido en seis años, que ‘seguiremos luchando para conseguir la restitución completa de la obra original, su difusión a los amantes del arte y la cultura de todo el mundo, y su declaración como Bien de Interés Cultural’. Dicho queda.