La FRAVM, con los vecinos de El Cabanyal

Más de un centenar de vecinas y vecinos se dieron cita ayer frente a la sede del Ministerio de Cultura para poner de manifiesto su más enérgica repulsa ante la desproporcionada actuación policial contra los vecinos de El Cabanyal valenciano, que intentan por todos los medios defender su barrio. La FRAVM pidió, junto con representantes de la plataforma Madrid, Ciudadanía y Patrimonio y representantes de Salvemos El Cabanyal que exige el cese del delegado de Gobierno de Valencia y la protección de El Cabanyal como Bien de Interés Cultural

La FRAVM, con los vecinos de El Cabanyal
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Vecinas y vecinos de Valencia y Madrid se dieron cita ayer frente a la sede del Ministerio de Cultura en respuesta a un llamamiento realizado por la plataforma Madrid, ciudadanía y patrimonio para exigir a las administraciones públicas la conservación de El Cabanyal, denunciar la brutal actuación de la Policía Nacional contra los vecinos del barrio y exigir la dimisión del Delegado del Gobierno en Valencia por permitir que los efectivos policiales, lejos de hacer cumplir el mandato del Ejecutivo central de conservar el barrio, apoyaron a quienes, por todos los medios, intentan conculcarlo.

Los representantes de la Plataforma Salvemos El Cabanyal agradecieron la solidaridad de las vecinas y vecinos madrileños recordando que “en esta sociedad donde la acción política efectiva es a menudo inaccesible a la ciudadanía, es necesaria, imprescindible, la hermandad entre personas, entre colectivos sociales, entre barrios, entre pueblos”.

Los portavoces quisieron subrayar que la sola paralización de los derribos no protege el barrio, cuya conservación requiere “acciones de rehabilitación urgentes”. “Su capacidad de regeneración es vigorosa -añadieron-, pero en la zona amenazada el Ayuntamiento no permite obras de mejora, de rehabilitación”. Resulta, por tanto “imperativo restañar la herida del barrio, insuflarle vida, tejas a los tejados, cal a las paredes, puertas a las bocas negras de las casas tapiadas”.

La plataforma anunció, asimismo, que reclamará responsabilidades legales y políticas para que “agresiones como las que hemos sufrido no se repitan jamás ni en El Cabanyal ni en ningún otro lugar”. El traslado de la concentración al número 13 de la calle Génova dejó claro en quién delegan la responsabilidad de los derribos y de la situación de desprotección en la que se hallan los vecinos del ámbito.

En una carta que dirigieron a Mariano Rajoy, los portavoces de la Plataforma denunciaron que la alcaldesa valenciana “amenaza desde hace años nuestro barrio con un proyecto urbanístico” que pretende llevarse a cabo mediante expropiaciones cuya cuantía “dejaría en situación de miseria” a muchos residentes “cuyo único patrimonio es, precisamente, la casa que habitan”.

La Plataforma denunció, asimismo, la “violencia policial extrema” que los días 6 y 8 de abril padecieron los vecinos que intentaban paralizar los derribos, cuya responsabilidad hicieron extensiva a Rajoy en su calidad de presidente del PP.

Por último, los representantes vecinales anunciaron que no cejarán en su empeño “porque amamos el lugar donde nacimos, donde vivimos. Porque somos conscientes de su valor histórico, artístico, patrimonial” y porque “no vamos a consentir de ninguna manera la injusticia social que el plan comporta: la agresión contra nuestros mayores”.

La FRAVM, con El Cabanyal

La FRAVM recuerda que el conjunto urbano del barrio del Cabanyal fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1993 y cuenta con protección expresa del Ministerio de Cultura desde el mes de enero de 2010. Los derribos ordenados por el Ayuntamiento de Valencia constituyen, por tanto, un expolio del patrimonio público, avalado por el Tribunal Constitucional, que el pasado mes de enero prohibió expresamente los derribos en el conjunto urbano. La FRAVM, en consonancia con la declaración hecha pública hoy por la Plataforma Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, manifiesta su repulsa ante las actuaciones promovidas por el Ayuntamiento de Valencia toda vez que no sólo incumplen la legalidad vigente, sino que pone de manifiesto un total desprecio por el legado urbanístico y arquitectónico de El Cabanyal y el sentir de la mayoría de sus vecinas y vecinos, que se oponen a la apertura de una avenida que dividiría al barrio en dos, que conllevaría la desaparición de numerosos edificios de interés, así como la pérdida de la escala y el carácter unitario histórico del conjunto.

La FRAVM rechaza de forma categórica la violenta actuación policial con las que las fuerzas del orden han pretendido apoyar una política municipal que se podría calificar de delictiva. Esta actuación ha contado, además, con el concurso inexplicable de la Policía Nacional que, lejos de hacer cumplir las órdenes del Gobierno de España, ha apoyado a quienes, por todos los medios y recurriendo a arteros subterfugios, intentan conculcarlas.

La Federación vecinal madrileña apoya las reivindicaciones de la plataforma valenciana “Salvem el Cabanyal”, que tan meritoria labor está llevando a cabo por mantener el patrimonio histórico de su ciudad, y solicita que se paralicen inmediatamente los derribos, se anule el Plan Especial vigente que ha ignorado la protección que supone una declaración de Bien de Interés Cultural y se restaure y rehabilite el barrio en su totalidad, incluyendo la reconstrucción de las casas derribadas.

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