Las asociaciones vecinales, que valoran muy positivamente el desmantelamiento, previo realojo de los vecinos afectados, de los núcleos de El Cañaveral (Vicálvaro), Mimbreras II (Latina), Santa Catalina (Puente de Vallecas) y El Ventorro (Villaverde), una reivindicación que tiene más de dos décadas, reclaman a las administraciones firmantes que, junto con el resto de entidades afectadas, elaboren un plan integral de medidas sociales para la Cañada.
Hasta el momento, las administraciones se han limitado a abordar la complejidad de la Cañada Real Galiana como un problema de orden público, dejando en la calle a decenas de familias, tras el derribo de sus viviendas. La FRAVM vuelve a pedir la paralización de los desalojos y demoliciones de las casas de este espacio hasta que no se elabore el citado plan para la zona que implique a los ayuntamientos afectados, la Comunidad de Madrid, el Gobierno central, y cuente con los representantes del vecindario. Para ello, pide que se ponga en marcha una comisión en la que participen todos estos agentes.
El plan debería privilegiar las medidas dirigidas a lograr una mayor integración y mejorar las condiciones de vida de las vecinas y vecinos de la Cañada, asegurando su acceso a derechos elementales como la vivienda, la educación o la sanidad. En el aquí y ahora, la FRAVM demanda que se atienda con urgencia a las personas y familias que se han visto afectadas por las inundaciones de las últimas semanas.
Por otro lado, la organización ciudadana subraya la existencia de otro tipo de chabolismo en Madrid, mucho menos visible pero igual de preocupante, el chabolismo vertical, y pide que se actúe para lograr la eliminación de las infraviviendas que podemos encontrar en numerosos barrios de la capital, incluido el distrito Centro.