46 meses sin vacaciones. Ese es el tiempo que lleva la MEDSAP-Marea Blanca saliendo a la calle para protestar contra los planes privatizadores en la sanidad de la Comunidad de Madrid. Un tiempo intenso y muy provechoso, en el que ha conseguido frenar algunos procesos de externalización que parecían inevitables. Pero la guerra no se ha ganado y la amenaza, alentada por la negociación de acuerdos de libre comercio como los polémicos TTIP o CETA, sigue latente. Por eso, los colectivos sanitarios y ciudadanos que forman parte de la Mesa, con objeto de mantener viva la llama, siguen convocando, mes tras mes, la Marea Blanca en Madrid. Una movilización que salió reforzada de la primera Asamblea de la Marea Blanca Estatal , que tuvo lugar el pasado 18 de junio en Moratalaz, fruto de la cual se constituyó un espacio de lucha de ámbito supraregional.
Consecuencia de la mejora de la coordinación entre las entidades en defensa de la sanidad pública, la 46ª Marea Blanca servirá para repasar diferentes conflictos hoy activos en el Estado. El más acuciante tiene que ver con el cierre de más de 11.000 camas hospitalarias con motivo de los recortes estivales, según datos del sindicato de enfermería SATSE. De aquellas, indica la MEDSAP, 3.000 se corresponden con camas de la Comunidad de Madrid, lo que supone una de cada cinco camas operativas. Por citar algunos centros, el Hospital Clínico San Carlos clausurará 330 camas, La Paz 427 y el Doce de Octubre, 340. “Si a esto le sumamos la negativa de los responsables para contratar a los profesionales de enfermería necesarios, es más que probable encontrarnos una situación dantesca en Atención Primaria y Hospitalaria por falta de personal”, sostiene la Mesa, antes de recordar que nuestra región es “la Comunidad que tiene un porcentaje más bajo de enfermeras por habitante de toda España”. La MEDSAP teme que un porcentaje de las camas suprimidas no se recupere tras el periodo estival.
Además, denuncia la falta de información sobre las listas de espera, un problema que está lejos de remitir y que comparten otras provincias como las gallegas, Cantabria o Salamanca. La Marea Blanca Estatal calcula que en estos momentos hay 300.000 personas en lista de espera en Galicia y en Salamanca se acaba de descubrir un “armario B” con 12.000 personas que no estaban contabilizadas. Cosas como esta, que se unen a una gestión “oscura y partidista”, que beneficia a determinadas empresas privadas, ha levantado en las últimas semanas a la sociedad salmantina.
En Aragón, la Marea Blanca lleva tiempo denunciando la línea continuista del actual ejecutivo regional, “perseverando en concertaciones con la sanidad privada, tanto en pruebas diagnósticas como en procedimientos quirúrgicos”, mientras en Andalucía, además de seguir con las externalizaciones, la Consejería de Sanidad cierra recursos y mantiene la eventualidad de muchas plantillas, lo que redunda en un deterioro del servicio público.
Por todas estas cuestiones, la MEDSAP volverá este domingo a salir a la calle, remarcando su compromiso por un sistema de salud 100% público y universal.